México entrega a España a dos presuntos etarras expulsados por irregularidades administrativas

Los presuntos etarras Vicente Sagredo Rivas y Begoña Sánchez del Arco fueron entregados ayer a la policía española en el aeropuerto de Madrid-Barajas, tras ser expulsados de México por no tener la documentación en regla. Es la primera vez que México expulsa de su territorio a etarras basándose en irregularidades administrativas. El tratado de extradición suscrito hace unos meses entre ese país y España está aún pendiente de ratificación parlamentaria en México.Sobre los dos supuestos activistas pesaban sendas órdenes de busca y captura de la Audiencia Nacional y probablemente serán acusado...

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Los presuntos etarras Vicente Sagredo Rivas y Begoña Sánchez del Arco fueron entregados ayer a la policía española en el aeropuerto de Madrid-Barajas, tras ser expulsados de México por no tener la documentación en regla. Es la primera vez que México expulsa de su territorio a etarras basándose en irregularidades administrativas. El tratado de extradición suscrito hace unos meses entre ese país y España está aún pendiente de ratificación parlamentaria en México.Sobre los dos supuestos activistas pesaban sendas órdenes de busca y captura de la Audiencia Nacional y probablemente serán acusados de varias acciones terroristas, según fuentes policiales.

Begoña Sánchez del Arco, cuñada del presunto etarra Sergio Yegorov Aranceta, Ruso, fue detenida en la ciudad de Guadalajara (Jalisco). Había entrado en México en el año 1990 y desde entonces residía ilegalmente en ese país, donde trabajaba como vendedora sin contar con autorización para ello. Vicente Sagredo Rivas llegó a México en calidad de turista, pero desde 1991 no había renovado los trámites administrativos para mantener su residencia.

Según fuentes del Ministerio de Justicia e Interior español, ambos deportados estaban supuestamente integrados en el comité de ETA en el país centroamericano, en el que no han cometido ninguna acción terrorista o delictiva.

A Begoña Sánchez del Arco se le imputa haber sido colaboradora del comando Vizcaya y haber intervenido en el secuestro de Juan Pedro Guzmán, directivo del Atlétic de Bilbao, junto con su cuñado Sergio Yegorov. Huyó a Francia en 1986 y en enero de 1989 fue detenida en Poitiers, tras la captura del dirigente etarra José Antonio Urrutikoetxea, Josu Ternera. Yegorov fue detenido en enero de 1992 en París, cuando iba a viajar a México, pero quedó libre varios meses después.

Al otro presunto etarra entregado ayer a las autoridades españolas se le considera ex integrante del comando Orbaizeta, relacionado con el comando Vizcaya, e Interior le considera implicado en el asesinato de un estanquero de Bilbao en septiembre de 1980. Fuentes policiales sospechan que además participó en otros atentados, entre ellos un ataque con granadas contra guardias civiles que prestaban servicio en el puerto bilbaíno.

Sin pasaporte

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Fuentes del Gobierno mexicano informaron ayer que Sánchez del Arco y Sagredo Rivas fueron expulsados por violar "diversas disposiciones de la Ley General de Población" y "realizar actividades para las cuales no estaban autorizados". Ambos, según los mismos medios, estaban indocumentados y carecían de pasaporte español desde "hace más de dos años".Los dos deportados llegaron a Madrid por vía aérea, acompañados de dos policías españoles y dos mexicanos, tras lo que fueron introducidos en un furgón que les trasladó al complejo policial de Canillas (Madrid). Tras ser interrogados por agentes de los servicios de inteligencia, Sánchez del Arco y Sagredo Rivas serán puestos probablemente hoy a disposición de la Audiencia Nacional. Fuentes policiales estiman que ambos detenidos serán posteriormente encarcelados.

Fuentes de Interior aseguran que entre la numerosa colonia etarra establecida en México no se ha registrado ningún movimiento significativo. Sólo ha sido repatriado hasta el momento uno de los 20 etarras que meses atrás habían manifestado su intención de arrepentirse y entregarse a las autoridades de Madrid.

Según expertos antiterroristas, no se ha detectado que la mayor presión policial que se ejerce sobre los etarras en México haya provocado su huida a otros países de la zona.

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