El Cesid sospecha que Perote pasó información a la Embajada de Libia

El Cesid cree que su ex alente Juan Alberto Perote, en prisión preventiva desde el viernes por sustracción de documentos clasificados, facilitó información en 1992 al régimen de Gaddafi sobre el sofisticado sistema de escuchas instalado en la Embajada de Libia en Madrid por un servicio secreto occidental.El centro detectó a finales de aquel año que las autoridades de Trípoli habían recibido un chivatazo sobre los micrófonos emplazados en su delegación diplomática en España, que por aquellos años era objeto de atenta vigilancia por su implicación en casos de terrorismo, como el del grupo denom...

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte

El Cesid cree que su ex alente Juan Alberto Perote, en prisión preventiva desde el viernes por sustracción de documentos clasificados, facilitó información en 1992 al régimen de Gaddafi sobre el sofisticado sistema de escuchas instalado en la Embajada de Libia en Madrid por un servicio secreto occidental.El centro detectó a finales de aquel año que las autoridades de Trípoli habían recibido un chivatazo sobre los micrófonos emplazados en su delegación diplomática en España, que por aquellos años era objeto de atenta vigilancia por su implicación en casos de terrorismo, como el del grupo denominado La Llamada de Jesucristo.

Aunque no pudo demostrarse, todas las sospechas se dirigieron hacia el coronel Perote, apartado del Cesid en noviembre de 1991, tanto por sus conocimientos como por sus relaciones con los países árabes, que cultivó tras ser nombrado asesor de seguridad de Repsol, en septiembre de 1992.

A su salida del servicio secreto, el coronel se dedicó al espionaje privado. Se hizo con un escáner para intervenir conversaciones, como las que grabó cuando dirigía el Gabinete de Escuchas del Cesid, y que se difundieron el pasado mes de junio, provocando la dimisión del vicepresidente Narcís Serra y del director del Cesid, Alonso Manglano. Incluso consiguió que algunos ex agentes especialistas en telecomunicaciones trabajaran para él.

En este campo, Perote colaboró de forma muy estrecha con el ex comisario Francisco Álvarez, acusado también en el caso GAL, que le introdujo en el mercado de la información confidencial. En 1994, el coronel Perote subcontrato con la empresa de Álvarez, Check In, una investigación sobre contrabando que le había sido encargada por Tabacalera.

Archivado En