Los novatos de un instituto recibidos con flores en vez de con huevos
Casi ninguno de los 142 jóvenes que ayer iniciaron su educación secundaria en el instituto de San Martín de la Vega pudo dormir la noche anterior las ocho horas de rigor. ¿El motivo de sus desvelos?: el temor a sufrir la huevada con la que en 1994 se recibió a los novatos. Pero la mañana despuntó cortés. A los nuevos se les entregaron flores e historietas, en un ambiente festivo. El director, Emiliano Barrientos, quiso erradicar así las novatadas....
Regístrate gratis para seguir leyendo
Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
Casi ninguno de los 142 jóvenes que ayer iniciaron su educación secundaria en el instituto de San Martín de la Vega pudo dormir la noche anterior las ocho horas de rigor. ¿El motivo de sus desvelos?: el temor a sufrir la huevada con la que en 1994 se recibió a los novatos. Pero la mañana despuntó cortés. A los nuevos se les entregaron flores e historietas, en un ambiente festivo. El director, Emiliano Barrientos, quiso erradicar así las novatadas.