El juicio de Andreotti que empieza mañana verá a más de 500 testigos

Eran 516 el pasado lunes -pero su número refleja cada día nuevas incorporaciones- los testigos llamados a declarar por la acusación o la defensa en el juicio contra Giulio Andreotti que comienza en Palermo el próximo martes. La lentitud del procedimiento permite prever que esta vista oral durará más de un año, y ello vuelve razonables los temores ya expresados por el siete veces primer ministro acusado de pertenecer a la Mafia, que ha reiterado: "Dada mi edad y los plazos bíblicos de la justicia italiana, tal vez no viva para ver el final del juicio".

Las previsiones son que, tras la au...

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Eran 516 el pasado lunes -pero su número refleja cada día nuevas incorporaciones- los testigos llamados a declarar por la acusación o la defensa en el juicio contra Giulio Andreotti que comienza en Palermo el próximo martes. La lentitud del procedimiento permite prever que esta vista oral durará más de un año, y ello vuelve razonables los temores ya expresados por el siete veces primer ministro acusado de pertenecer a la Mafia, que ha reiterado: "Dada mi edad y los plazos bíblicos de la justicia italiana, tal vez no viva para ver el final del juicio".

Las previsiones son que, tras la audiencia inaugural, a la que Andreotti piensa asistir, según han indicado sus próximos, el juicio quede inmediatamente aplazado hasta el 4 de octubre y que, a partir de esa fecha, se celebre una sola audiencia por semana. En una ciudad como Palermo, el tribunal tiene que atender, naturalmente, a muchos otros asuntos.La primera cuestión que tendrá que ventilar el presidente de la sala, Francesco Ingargiola, es si se admite o no la petición de Andreotti de que el juicio sea transferido a Roma, a una jurisdicción especial conocida como el Tribunal de Ministros.

El ex primer ministro, que ya presentó, sin éxito, esa objeción en el juicio preliminar realizado antes del verano por este mismo asunto, sostiene que él reside en Roma, y añade que, si hubiera cometido los actos a favor de la Mafia que se le reprochan, habría sido en calidad de presidente del Gobierno. De ahí que invoque al Tribunal de Ministros. Los tres fiscales que conocen el caso, dos de ellos palermitanos, mantienen, en cambio, que a Andreotti sele juzga como jefe de una corriente democristiana, y no como ministro.

Debate sobre la televisión

Otra cuestión previa que el juez Ingargiola deberá dilucidar es si autoriza o no que el proceso sea televisado en directo. Sobre la retransmisión televisada ha crecido una polémica que no deja de resultar curiosa, ya que pocos -sobre todo en la izquierda- protestaron cuando se retransmitió el primer proceso por corrupción celebrado en Milán y los principales líderes políticos de la pasada década, como Bettino Craxi, Ciriaco De Mita o Arnaldo Forlani, hubieron de enfrentarse en público con el ex fiscal Antonio Di Pietro. Hoy, la derecha, la izquierda y muchos magistrados coinciden en la necesidad de evitar "un proceso espectáculo". El único que quiere la publicidad es Andreotti.

La polémica parece inseparable de la magnitud de un caso en el que se imbrican 40 años de historia de Italia sobre las espaldas de un solo acusado, que ha replicado de este modo en el diario La Repubblica: "Hablando de la tolerancia hacia la Mafia, me gustaría saber qué tengo que ver yo, y por qué sólo yo. Cuando oigo que [el mafioso arrepentido Tommaso] Buscetta dice que los mafiosos jugaban a las cartas en el Círculo de la Prensa, o que Riina ha podido vivir 18 años en Palermo [como fugitivo], no me parece normal. Quizás nuestros aparatos no funcionaban, pero ¿qué hacían los periodistas y los magistrados? ¿Hay que hacer un análisis histórico? Hagámoslo. Pero aquí se me acusa de ser mafioso, y yo no acepto un proceso personal".

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En defensa de Andreotti, han anunciado que están dispuestas a declarar personalidades como el ex secretario general de la ONU Javier Pérez de Cuéllar, el ex líder liberal alemán Hans Dietrich-Genscher, el general norteamericano Vernon Walters y dos ex embajadores norteamericanos en Roma.

La lista de notables italianos llamados por las dos partes es interminable. Medio país va a pasar por este juicio de Andreotti, que presenta una ausencia notable: la de Totó Riina, el capo que, según los fiscales, besó al ex primer ministro. A la hora de la verdad, nadie ha estimado oportuno contar con su presencia en el aula búnker de la cárcel palermitana del Ucciardone.

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