Protesta a pedradas en Móstoles por la "escasa" duración del encierro

El encierro de Móstoles (199.400 habitantes) cumplió ayer con las recomendaciones de la Comunidad de Madrid: duró cinco minutos, algo más del tiempo que se suele emplear en los de Pamplona, Pero cerca de 5.000 vecinos consideraron insuficiente y acudieron espontánea mente ante el Ayuntamiento para protestar por la orden del alcalde, el socialista José María Arteta. Un centenar, de los manifestantes arrojó piedras y otros objetos contra la fachada del consistorio, en la que causaron visibles daños. Una dotación de la policía antidisturbios intentó resolver la situación, y en el enfrentamiento c...

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El encierro de Móstoles (199.400 habitantes) cumplió ayer con las recomendaciones de la Comunidad de Madrid: duró cinco minutos, algo más del tiempo que se suele emplear en los de Pamplona, Pero cerca de 5.000 vecinos consideraron insuficiente y acudieron espontánea mente ante el Ayuntamiento para protestar por la orden del alcalde, el socialista José María Arteta. Un centenar, de los manifestantes arrojó piedras y otros objetos contra la fachada del consistorio, en la que causaron visibles daños. Una dotación de la policía antidisturbios intentó resolver la situación, y en el enfrentamiento consiguiente se registraron 14 heridos (seis de ellos, policías). Cuatro personas quedaron detenidas.

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El equipo de gobierno municipal dijo sentir vergüenza. ajena por todo lo ocurrido. A su juicio, las agresiones se produjeron a causa de "las actitudes de un grupo des controlado que no tiene nada que ver con peñas ni con asociaciones vecinales".

El alcalde aclaró ayer que en los incidentes tampoco tiene ninguna responsabilidad el Ayuntamiento. Agregó que la duración del encierro depende del tiempo que emplean las reses en hacer el recorrido. "Ayer [por anteayer] emplearon 40 minutos, y hoy [por ayer] sol amente cinco", comentó. José María Arteta se mostró partidario de que los encierros de toda la región madrileña se normalicen, para reducir los incidentes.

Ésta ha sido la tercera vez que el Ayuntamiento de Móstoles termina apedreado a causa de los encierros, ya sea por su "escasa" duración o por variaciones en su recorrido. El pasado año, estos festejos duraban cerca de hora y media.

El alcalde de Móstoles promete que los encierros continuarán el proximo año

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La primera agresión similar a la de ayer se cometió en 1980 por el cambio del recorrido de las reses (antes se incluían la plaza Cuartel Huerta y la avenida de la Constitución, y ese tramo carecía de vallas protectoras), y la siguiente, hace siete años por igual motivo. En este segundo caso, los incidentes no alcanzaron tanta gravedad.

Los daños del edificio ocasionados ayer han sido evaluados en 200.000 pesetas, mientras que los de la vía pública aún no han sido cuantificados. El alcalde señaló que, pese a estos incidentes, seguirán celebrándose encierros otros años.

Nada hacía pensar que el último de estas fiestas, el celebrado ayer, iba a desencadenar una auténtica batalla campal, a juzgar por lo ordenado del festejo que se desarrolló el martes (y que acabó a los 40 minutos entre algunas leves protestas por no prolongarse más).

Poco después de las ocho de la mañana de ayer, se soltaron tres astados que tardaron cinco minutos escasos en atravesar el recorrido, para disgusto de los 10.000 asistentes al acto. De la multitud surgieron algunas voces de protesta que incitaban a la venganza contra el Ayuntamiento; y acto seguido un gran río de personas atravesó las talanqueras para desembocar a las puertas de la casa consistorial.

Allí, algunos jóvenes lanzaron piedras contra el despacho del alcalde, el socialista José María Arteta, quien pensó que se trataba de una protesta pasajera, por lo que no requirió más presencia policial que la existente para el encierro, es decir, una docena de policías locales y otros tantos del Cuerpo Nacional.

Sin embargo, los ánimos de las 5.000 personas bulleron dentro de la olla a presión en que se había convertido la plaza hasta explotar en violentos ataques con piedras y botellas contra todas las ventanas del edificio.

Mientras que un grupo se dedicaba a arrancar del pavimento las señales verticales y a picar con ellas las. aceras para conseguir más cascotes, otros lanzaban vallas y quemaban contenedores que después atravesaban en la calzada.

Todos los efectivos

Ante el cariz que tomaron los acontecimientos, el regidor pidió ayuda a la comisaría de Policía Nacional, que envió a todos sus efectivos. No siendo éstos suficientes, la Delegación del Gobierno ofreció refuerzos y el apoyo de un helicóptero, que llegaron a la localidad sobre las diez de la mañana.

Para esa hora, la lluvia de piedras habla destrozado las ventanas, persianas y fachada del Ayuntamiento, y un joven de unos 25 años y con evidentes signos de ebriedad se alzaba entre el gentío invitándole a derribar las puertas del edificio. Muchas personas, al grito de "Mesías, Mesías" y "Moisés, Moisés", en referencia al mencionado individuo, se abalanzaron contra la entrada.

En ese momento, los antidisturbios emplearon ya sus porras y lanzaron pelotas de goma. Las primeras víctimas de la carga policial fueron dos ancianos. Tuvieron que ser atendidos por el médico municipal en el propio descansillo del Ayuntamiento.

La plaza del Pradillo y la Cuesta de la Ermita se convirtieron en improvisados escenarios de una batalla de todos contra todos: antidisturbios dando palos y grupos de jóvenes respondiendo con nuevas agresiones en las que rajaron las ruedas de dos furgonetas policiales.

Uno de ellos apedreó también al,cámara de la televisión municipal, que fue evacuado en una ambulancia de. la Cruz Roja al hospital debido a la grave lesión causada en el cuello. Su herramienta de trabajo, aunque destrozada, todavía pudo proteger en su interior la cinta en la que se grabaron las escenas violentas con la cara de sus autores. Este documento puede servir como medio de prueba, según confirmó ayer la delegada del Gobierno, Pilar Lledó, quien añadió que en las imágenes se ve a personas "vestidas de negro y haciendo el saludo fascista".

Una mujer con un ataque de histeria también fue trasladada al centro hospitalario. El resto de los heridos en los enfrentamientos no presentó lesiones graves. De los seis policías agredidos, uno tenía un profundo corte en. la cara, consecuencia de una pedrada certera que llegó incluso a levantarle el casco protector.Sobre las once de la mañana la situación fue controlada y llegó el momento de todas las explicaciones: "No hay derecho a que un chaval muerto en Parla les meta miedo [al equipo de gobierno] y nos pongan un encierro de cinco minutos", vociferaba un joven, apoyado por un grupo de amigos. "Lo que no se puede hacer es que la policía pegue a todo el que se encuentra por delante", lamentaba una mujer.

Los detenidos son Gregorio F. T., de 23 años, por, lanzar piedras contra el Ayuntamiento; Pablo N., de 45, acusado de arrancar señales verticales, y Rufino G. P., de 29, por insultos y resistencia a la autoridad. Y también el hombre llamado Mesías, de 21 años.

El regidor lamentó tales incidentes y los atribuyó a "un pequeño grupo descontrolado", y anunció que no suspenderá para años posteriores la celebración de los encierros.

Para José María Arteta, los dos encierros que se han desarrollado en Móstoles fueron un éxito. Y comparó la duración del de ayer con los que se hacen en Pamplona. En este último encierro de Móstoles resultó también herido un hombre al que el toro pinchó en un glúteo. Fue trasladado al hospital de Móstoles, aunque la herida no parecía grave, según informaron fuentes de Cruz Roja.

En el informe de daños redactado por el director de Servicios Municipales, figura la rotura de lunas, persianas, puerta de acceso del Ayuntamiento, carpintería exterior y fachada. En la vía pública han tenido que reponerse cuatro señales de tráfico y algunos contenedores calcinados. Además, se limpiaron el entorno de la casa consistorial y la plaza del Pradillo.

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