El 'fichaje' de Hurd por un banco desata una polémica en el Reino Unido

Douglas Hurd, ex ministro británico de Exteriores, ha conmocionado a la clase política del país al anunciar que acaba de aceptar un puesto en el Consejo de Administración del Banco NatWest. Hurd, de 65 años, abandona su escaño en el Parlamento de Westminster, por el que recibe un salario anual de unos seis millones y medio de pesetas, por un fastuoso despacho y un trabajo remunerado con unos cuarenta millones de pesetas al año.

Mientras la oposición laborista se mesaba los cabellos, indignada por lo que considera un ultraje para su anterior cargo, el ex jefe de la diplomacia británi...

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Douglas Hurd, ex ministro británico de Exteriores, ha conmocionado a la clase política del país al anunciar que acaba de aceptar un puesto en el Consejo de Administración del Banco NatWest. Hurd, de 65 años, abandona su escaño en el Parlamento de Westminster, por el que recibe un salario anual de unos seis millones y medio de pesetas, por un fastuoso despacho y un trabajo remunerado con unos cuarenta millones de pesetas al año.

Mientras la oposición laborista se mesaba los cabellos, indignada por lo que considera un ultraje para su anterior cargo, el ex jefe de la diplomacia británica, que presentó su dimisión al primer ministro, John Major, hace apenas dos meses, aseguraba sentirse satisfecho de poder seguir desempeñando desde su nuevo puesto en una de las más importantes entidades bancarias del Reino Unido similar papel de promoción de los intereses británicos.El ex ministro Douglas Hurd es el último en una larga serie de políticos del Partido Conservador -el Partido Laborista lleva 16 años en la oposición- que en los últimos años han pasado de los despachos de Whitehall, el centro de la Administración británica, a los de destacadas empresas privadas sin mayores quebrantos.

Sin embargo, habida cuenta de que la decisión del ex ministro de Exteriores se produce en vísperas de la puesta en práctica del código ético para la clase política británica, elaborado por la comisión Nolan, el escándalo estaba servido.

El nuevo código ético, que empezará a aplicarse el próximo mes de noviembre, recomienda un periodo de enfriamiento de hasta dos años para un alto cargo político que abandone el Gobierno. No obstante, Douglas Hurd se justificó ayer alegando que no hay nada incorrecto en haberse acogido al periodo mínimo (tres meses) que recomienda el informe Nolan.

Al parecer, todo es cuestión de opiniones. La de la oposición, expresada por Alistair Darling, portavoz del Partido Laborista en temas financiezos, no puede ser más crítica. Darling no ocultó su decepción ante lo que calificó de conducta "ofensiva" para los ciudadanos de a pie. "Ha estado [Hurd] implicado en los más altos niveles decisorios. Ha sido un miembro del Gobierno durante más de una década. La gente quiere ver una distancia apreciable entre el momento en que los ministros abandonan su cargo y el de su incorporacion a la empresa privada".

Una larga lista

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Hace apenas unos días, Richard Needham, ex viceministro de Comercio, anunció también su paso a la empresa privada. Un camino emprendido en los últimos años por una larga lista de políticos, que incluye al antiguo ministro de Hacienda, Norman Lamont, que se convirtió en uno de los directores no ejecutivos de la Banca Rosthchild; a Norman Fowler, hasta hace apenas un año presidente del Partido Conservador, y a lord Walker, antiguo ministro de Energía y hoy director no ejecutivo de British Gas.

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