Sol cegador

La retina, como la piel, también acumula las perniciosas radiaciones ultravioleta

Aunque las reacciones de la piel, ante las diferentes dosis de radiación solar, han sido mucho más estudiadas empiezan a preocupar ahora a los expertos esas mismas reacciones en los ojos. Entre otras, se ha podido demostrar que los efectos de las radiaciones ultravioleta son acumulativos en la retina, al igual que en la piel.Si se mantuviera una exposición continuada a ambientes con altas dosis de radiaciones ultravioletas, con el tiempo se llegaría a un deterioro irreversible de los elementos fotosensores de la mácula o zona central de la retina. Esto causaría un proceso de ceguera conocido c...

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Aunque las reacciones de la piel, ante las diferentes dosis de radiación solar, han sido mucho más estudiadas empiezan a preocupar ahora a los expertos esas mismas reacciones en los ojos. Entre otras, se ha podido demostrar que los efectos de las radiaciones ultravioleta son acumulativos en la retina, al igual que en la piel.Si se mantuviera una exposición continuada a ambientes con altas dosis de radiaciones ultravioletas, con el tiempo se llegaría a un deterioro irreversible de los elementos fotosensores de la mácula o zona central de la retina. Esto causaría un proceso de ceguera conocido como degeneración macular senil y que constituye la principal causa de pérdida de vista entre la población de edad avanzada en países como el Reino Unido, Canadá, Australia y Estados Unidos.

La captación de la luz es fundamental para que el ojo desarrolle su función, que es el proceso de la visión. Pero la luz natural o solar tiene efectos perjudiciales sobre este órgano cuando la iluminación es excesiva y también cuando su componente espectral (sobre todo las radiaciones ultravioletá) excede los límites de la sensibilidad del ojo humano.

"El deterioro que la capa de ozono de la atmósfera ha sufrido en los últimos 25 años ha provocado que las radiaciones ultravioletas resulten mucho más dañinas al no llegar a la tierra bien filtradas", dice Concepción García Rubio, jefa de oftalmología en un centro de especialidades del Insalud de Madrid.

Según esta especialista, los rayos ultravioletas del espectro solar y particularmente los B (UVB), son los que más pueden dañar el ojo humano. Pero hay que considerar también otros factores, como establece la Organización Mundial de la Salud (OMS): la intensidad de la radiación, que depende de aspectos como la latitud, la altitud y la hora del día; el tiempo de exposición, y la relación del daño en los tejidos oculares con la longitud de onda que lo provoca.

García Rubio advierte, no obstante, que la degeneración macular senil es en gran medida una consecuencia del prerceso natural de envejecimiento, que puede ser acelerada o exacerbada con la exposición a la luz solar. "Se trata", explica, "de una pérdida de la agudeza visual central, pero generalmente no acaba en ceguera total".

Conjuntivitis

Otros efectos nocivos del sol sobre el globo ocular son la fotolqueratitis y fotoconjuntivitis. En casos extremos se puede llegar a producir cáncer de las células de la conjuntiva y cataratas. A estas situaciones se llegaría según aclara la oftalmóloga, en profesiones que suponen constantes y altas exposiciones a la luz ultravioleta (soldadores, marineros, campesinos) y sobre todo cuando no se recurre a la protección mediante gafas adecuadas."La queratoconjuntivitis producida por el sol", señala García Rubio, "se caracteriza por síntomas y signos como visión borrosa, sensación de cuerpo extraño, fotofobia, lagrimeo y a veces dolor. No son raras en las personas que van a esquiar, pues las radiaciones utravióletas se intensifican un 80% con la reflexión solar en la nieve. En la playa las radiaciones son menores, ya que en la arena aumentan un 20%-25% y en el agua un 5%-10%. Pero esto no significa que haya que bajar la guardia, particularmente cuando las exposiciones al sol sean continuas y prolongadas".

La cátedra de Física del Aire de la Universidad de Barcelona ha desarrollado, por encargo Ele la Compañía Nacional de Optica Indo, el primer estudio en España sobre la radiación solar y su aplicación en la fotoprotección. Entre las conclusiones se destaca que la distribución de las radiaciones solares es diferente según la localización geográfica y que, incluso en las zonas donde la radiación es menor (como en el Norte), se sobrepasan ampliamente los valores límite recomendados por la OMS. García Rubio aconseja la protección de los ojos en los baños de sol mediante gafas que hay especiales para este fin o algodones humedecidos en agua, al tiempo que insiste en que las exposiciones sean cortas. "Si se toma el sol tumbado", añade."Lo conveniente es no pasar de diez minutos seguidos".

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