El toro embolado se somete a referéndum

El verano resucita las polémicas sobre los encierros

Fiestas es sinónimo de toros en casi todos los pueblos de la región. Se celebrarán todo tipo de festejos taurinos, y muy posiblemente, incluso los que están expresamente prohibidos. Con el verano volverán las discusiones sobre la duración de los encierros y si las reses deben soltarse juntas o de una en una; de nuevo se escaparán al campo varios toros a los que estarán esperando cientos de coches y tractores y alguna pala excavadora, y se repetirá la polémica sobre el toro embolado -res que se suelta con dos bolas de fuego en los cuernos-, que la temporada pasada sólo se celebró en Torr...

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Fiestas es sinónimo de toros en casi todos los pueblos de la región. Se celebrarán todo tipo de festejos taurinos, y muy posiblemente, incluso los que están expresamente prohibidos. Con el verano volverán las discusiones sobre la duración de los encierros y si las reses deben soltarse juntas o de una en una; de nuevo se escaparán al campo varios toros a los que estarán esperando cientos de coches y tractores y alguna pala excavadora, y se repetirá la polémica sobre el toro embolado -res que se suelta con dos bolas de fuego en los cuernos-, que la temporada pasada sólo se celebró en Torres de la Alameda (3.580 habitantes). El nuevo alcalde torresano, Francisco Acedo (PP), convocará un referéndum sobre este festejo.Acedo explicará a sus vecinos, antes de celebrar el referéndum, "que el decir sí al toro embolado, contraviniendo la ley puede significar una sanción alta, ya que somos reincidentes, y que ese dinero habrá que retirarlo del presupuesto de Cultura". Les ofrecerá como recambios "una corrida o un festival de anilladores traídos del País Vasco". Si aun así los torresanos reclaman el toro embolado, pedirá una reunión con la Comunidad (que tiene las competencias taurinas desde enero) para intentar convencerles.

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"Lo que quiere el pueblo"

Manuel García, edil de Festejos de Meco, donde cada año se suelta el toro del campo, es más tajante: "Mi postura es hacer lo que quiere el pueblo, porque para eso me han votado; pediremos la autorización al Gobierno Civil, y si no lo permiten, haremos una manifestación y el toro se escapará", aseguró. No es el único municipio donde se celebra este "encierro clandestino", al que acuden cientos de personas aunque no se anuncie en los programas. El verano pasado se celebró en Camarma, Valdeavero, Los Santos de la Humosa y Algete.

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El papel de árbitro entre aficionados y sociedades de defensa de los animales corresponderá esta temporada al recién nombrado director general de Protección Ciudadana, Luis Mayo, quien aseguró el viernes que su intención es velar por hacer compatibles los derechos de todos y que tiene que ponerse al día antes de decidir cuál será su postura ante el embolado o el toro por el campo, dos festejos que todos los veranos se celebran sin permiso y que acumulan las sanciones por añadas. Acedo le lanza una propuesta: "La creación de una comisión, formada por defensores y detractores, que reglamente estos festejos para que no sufran los animales, ya que la mayoría de los vecinos quiere que se celebren".

Los encierros a la pamplonica -se sueltan todos los toros a la vez y duran unos minutos-, como los de San Sebastián de los Reyes, o los polémicos -de uno en uno y se prolongan durante más de una hora- serán el plato fuerte de muchos municipios. Nadie ha visto la circular en que se estipula que los encierros debían durar menos de media hora, y fuentes de la Dirección General de Protección Ciudadana aseguraron que ésta se quedó en el tintero del anterior responsable. Leganés y Parla quieren acortarlos todo lo posible, y Fuenlabrada los reducirá si no puede "convencer a la Comunidad de lo contrario".

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