El Gobierno rompe con el pasado del Cesid al poner a su frente a dos militares ajenos al centro

El Cesid, que en 1978 fundó el general Manuel Gutiérrez Mellado, rompe con el pasado e inicia una nueva etapa. Así lo quiso dejar claro ayer el Consejo de Ministros al poner a su frente a dos generales que nunca han tenido relación con el servicio secreto. Su inexperiencia en esta materia es la única característica común entre el nuevo director general de¡ centro, Félix Miranda Robredo, de 60 años, y el secretario general, Jesús del Olmo Pastor, de 46, propuestos por el ministro de Defensa, Gustavo Suárez Pertierra, cinco días después de acceder al cargo.

Tras el escándalo de las escuch...

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El Cesid, que en 1978 fundó el general Manuel Gutiérrez Mellado, rompe con el pasado e inicia una nueva etapa. Así lo quiso dejar claro ayer el Consejo de Ministros al poner a su frente a dos generales que nunca han tenido relación con el servicio secreto. Su inexperiencia en esta materia es la única característica común entre el nuevo director general de¡ centro, Félix Miranda Robredo, de 60 años, y el secretario general, Jesús del Olmo Pastor, de 46, propuestos por el ministro de Defensa, Gustavo Suárez Pertierra, cinco días después de acceder al cargo.

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Tras el escándalo de las escuchas ilegales, que provocó la dimisión del director general del Cesid desde 1981, Emilio Alonso Manglano, del vicepresidente del Gobierno, Narcís Serra, y del ministro de Defensa, Julián García Vargas, el Ejecutivo no ha querido arriesgarse a poner a un civil al frente del principal centro de espionaje, como reclamaba el IPNV y planeó en otras circunstancias el PSOE.El general de división Félix Miranda, licenciado en Ciencias Económicas, será el sustituto de Alonso Manglano, pero a diferencia de éste, contará con un adjunto, Jesús del Olmo Pastor, de 46 años, como secretario general del Cesid. Ambos tendrán la misma categoría administrativa: director general.

La creación de este nuevo cargo ha obligado a retocar el decreto de organización del Cesid, de 1985, aunque el Gobierno prepara una reestructuración más profunda que se aprobará en breve.

Compromisos en el extranjero

El ministro de la Presidencia, Alfredo Pérez Rubalcaba, dijo ayer que no se trata de que el centro tenga una dirección bicéfala, sino de "reforzar la dirección", a la vista del descontrol que ha destapado el escándalo. Pérez Rubalcaba explicó que sus relaciones internacionales obligan al director del Cesid a viajar con frecuencia al extranjero, por lo que debe existir "un sustituto con plena capacidad de gobierno y coordinación de las unidades operativas" cuando esté ausente.Los dos nuevos directores del Cesid no puede ser más distintos. El general Miranda, hasta ahora comandante general de Ceuta, estaba al final de su carrera. Pertenece a la décima promoción de la Academia de Zaragoza y había perdido la ocasión de llegar a teniente general, pues ya están ascendiendo a ese empleo los primeros de la promoción siguiente.

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De no haber sido nombrado director del Cesid, habría pasado a la reserva dentro de siete meses. Ahora recupera la oportunidad de ascender a teniente general si el Gobierno así lo decide mientras esté en activo.

Se trata de un militar típico, que ha desarrollado la mayor parte de su carrera en unidades operativas y estados mayores del Ejército. Nacido en Burgos, sus últimos destinos antes de Ceuta fueron los gobiernos militares de La Coruña y Lugo.La única experiencia internacional del general Miranda la tuvo entre 1985 y 1989, como agregado militar en las embajadas españolas en México, Honduras y Guatemala. Su nombramiento ha sido una sorpresa -empezando por él mismo, según sus propias manifestaciones-, ya que nunca trabajó en el Ministerio de Defensa ni, en consecuencia, mantenía relaciones estrechas con los responsables del departamento.

En su contra tenía el hablar italiano como única lengua extranjera, aunque el (Gobierno pretendía que el número uno del Cesid dominara el inglés. Al final, ha pesado más su talante, calificado por quienes le conocen de "prudente, discreto y dialogante", que ha sido la principal baza a su favor.El secretario general, Jesús del Olmo, natural de Madrid, es un militar plenamente identificado con el ministerio, a cuyo gabinete técnico se incorporó en 1981 y donde ha sido uno de los principales impulsores en la sombra de la reforma militar aplicada por Serra, García Vargas y Suárez Pertierra.

Abogado y auditor del cuerpo jurídico de la Defensa, Del Olmo salió del anonimato en junio de 1992, cuando García Vargas lo hizo jefe de su gabinete, y aún más en diciembre de 1993, cuando sumó a este cargo el de director de Relaciones Sociales e Informativas de la Defensa. El 30 de junio, en su último Consejo de Ministros, García Vargas lo ascendió a general de brigada, convirtiéndole en el más joven de España.El Gobierno nombró también a Juan Ramón García Secades, de 46 años, hasta ahora subsecretario de Educación, como secretario de Estado de Defensa, en sustitución de Antoni Flos, que dimitió en abril.

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