El sestercio de Solbes

A Pedro Solbes, el saber mucho de monedas se le supone en deferencia a su cargo, pero nadie se imaginaba que el ministro Regara a proponer, como hizo en Lisboa, que la moneda europea se llame nada menos que sestercio, la pieza romana que valía dos ases y medio.La parquedad de Solbes debió de prevenirle de sacarse del fajín talentos, libras navarras, maravedíes alfonsinos, doblones de a cuarto, reales de a ocho, ases sextantarios u otras piezas fósiles de la noche dineraria de los tiempos.

Pero el caso es que al Bundesbank tampoco le gusta el nombre ecu (siglas de palabras inglesa...

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A Pedro Solbes, el saber mucho de monedas se le supone en deferencia a su cargo, pero nadie se imaginaba que el ministro Regara a proponer, como hizo en Lisboa, que la moneda europea se llame nada menos que sestercio, la pieza romana que valía dos ases y medio.La parquedad de Solbes debió de prevenirle de sacarse del fajín talentos, libras navarras, maravedíes alfonsinos, doblones de a cuarto, reales de a ocho, ases sextantarios u otras piezas fósiles de la noche dineraria de los tiempos.

Pero el caso es que al Bundesbank tampoco le gusta el nombre ecu (siglas de palabras inglesas y que, en francés, significa escudo, moneda antigua de oro) para la futura moneda europea. Un representante del banco, George Siems, dijo ayer en Oviedo que el ecu está "desgastado" porque ha sufrido devaluaciones respecto al marco.

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