RELIGIÓN

El Papa canoniza en Eslovaquia a católicos y elogia a protestantes

El Papa Juan Pablo II realizó ayer un doble gesto simbólico en su visita a Eslovaquia: canonizó a tres sacerdotes católicos muertos por soldados calvinistas en las guerras de religión del siglo XVII, y rindió homenaje a 24 nobles protestantes, ejecutados en la misma época -1618-1648, conocida como la Guerra de los Treinta años- por fuerzas católicas.La misa de canonización -tres horas, con una temperatura muy alta- fue seguida en Kosice, a unos 300 kilómetros de la capital, Bratislava, por unos 300.000 fieles. Mientras, el pasado sábado, en Presov, a 30kilómetros de Kosice, los protesta...

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El Papa Juan Pablo II realizó ayer un doble gesto simbólico en su visita a Eslovaquia: canonizó a tres sacerdotes católicos muertos por soldados calvinistas en las guerras de religión del siglo XVII, y rindió homenaje a 24 nobles protestantes, ejecutados en la misma época -1618-1648, conocida como la Guerra de los Treinta años- por fuerzas católicas.La misa de canonización -tres horas, con una temperatura muy alta- fue seguida en Kosice, a unos 300 kilómetros de la capital, Bratislava, por unos 300.000 fieles. Mientras, el pasado sábado, en Presov, a 30kilómetros de Kosice, los protestantes organizaron su propio acto y, pese a que algunas personalidades luteranas lo interpretaron como contrario a la ceremonia papal de canonización, asistieron también católicos.

A la misa del Papa asistieron las primeras autoridades eslovacas -país de mayoría católica-, junto con delegaciones oficiales de Rumanía, Hungría, Croacia y Polonia. Los tres mártires católicos fueron el croata Marek Krizin, el polaco Melchior Grozdiecki y el húngaro Stefan Pongracz.

"Junto a los mártires de Kosice", dijo el Papa en su homilía, "muchas personas pertenecientes a otras confesiones cristianas fueron sometidas a torturas y sufrieron duras condenas: algunas fueron asesinadas. Cómo no reconocer por ejemplo la grandeza espiritual de 24 fieles de las Iglesias Evangélicas, asesinados en Presov. A ellos y a cuantos han aceptado sufrir y morir por coherencia con las propias convicciones de conciencia, la Iglesia rinde elogio y expresa admiración".

El Papa subrayó por otra parte que las diversas nacionalidades de los canonizados debería ser un factor que reforzara la comprensión mutua entre los pueblos, "y especialmente los lazos de amistad y cooperación entre los eslovacos y la minoría húngara".

En el sur de Eslovaquia viven unos 600.000 húngares, de los cuales 360.000 profesan la fe católica.

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