Tribuna:

Casi sin querer.

La Bolsa española se vio incluida, casi sin querer, en la reacción alcista de los demás mercados de valores occidentales. El fuerte avance de Wall Street, otra vez en máximos históricos, forzado por la subida del precio de los bonos ante la creciente posibilidad de un recorte de los tipos de interés por parte de la reserva federal, debido al evidente enfriamiento de la economía manifestado por un crecimiento inusual de las peticiones de subsidio de desempleo, forma una cadena demasiado sólida como para romperla por cuestiones menores, en este caso los problemas políticos internos. La contratac...

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La Bolsa española se vio incluida, casi sin querer, en la reacción alcista de los demás mercados de valores occidentales. El fuerte avance de Wall Street, otra vez en máximos históricos, forzado por la subida del precio de los bonos ante la creciente posibilidad de un recorte de los tipos de interés por parte de la reserva federal, debido al evidente enfriamiento de la economía manifestado por un crecimiento inusual de las peticiones de subsidio de desempleo, forma una cadena demasiado sólida como para romperla por cuestiones menores, en este caso los problemas políticos internos. La contratación pasó de 11.300 millones de pesetas conseguidos hasta el momento de la apertura de Nueva York a 22.950 millones al cierre, una cifra todavía muy baja pero que se aleja de los mínimos.La peseta se mantuvo frente al marco y el dólar, y en el mercado secundarío de deuda se recuperaron las pérdidas iniciales hasta casi igualar los niveles del día anterior, con lo que el conjunto del sistema financiero demuestra que los factores políticos no son suficientes para explicar la ausencia de expectativas. El índice general de Madrid ganó un 0,54% y el, Ibex 35 un 0,60%, mientras que Nueva York subió 42,54 puntos.

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