LA CRISIS DE LAS ESCUCHAS

González acusa al PP de poner en crisis los servicios secretos

El presidente del Gobierno, Felipe González aprovechó ayer la capa que le tendió el secretario general del PP, Francisco Álvarez Cascos, en la sesión de control al Gobierno para lanzar a los populares el reproche que guardó durante horas, mientras comparecía, el vicepresidente, Narcís Serra. Para González, la actitud del PP en el caso Cesid supone nada menos que "poner en crisis la institución de los servicios de inteligencia y defensa de España". El jefe del Gobierno dijo que es responsable de la coordinación del Ejecutivo, pero no responsable del Cesid.

Las respuestas de Felipe Gonzál...

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El presidente del Gobierno, Felipe González aprovechó ayer la capa que le tendió el secretario general del PP, Francisco Álvarez Cascos, en la sesión de control al Gobierno para lanzar a los populares el reproche que guardó durante horas, mientras comparecía, el vicepresidente, Narcís Serra. Para González, la actitud del PP en el caso Cesid supone nada menos que "poner en crisis la institución de los servicios de inteligencia y defensa de España". El jefe del Gobierno dijo que es responsable de la coordinación del Ejecutivo, pero no responsable del Cesid.

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Las respuestas de Felipe González sobre su responsabilidad política en el escándalo de las grabaciones ilegales del Cesid fueron el colofón de un pleno que se dividió entre las explicaciones de Serra y las invectivas de la oposición, Rafael Ribó, de Izquierda Unida-Iniciativa per Catalunya, y el popular Álvarez Cascos intentaron infructuosamente que el jefe del Ejecutivo sumara alguna dimisión más a la del teniente general Emilio Alonso Manglano por el mal funcionamiento del Cesid.Según González, los socialistas han asumido responsabilidades políticas siempre que ha habido irregularidades, en referencia implícita a Carlos Solchaga y José Luis Corcuera. Para el jefe del Gobierno, la oposición tiene "una visión vicaria de la responsabilidad política". Explicó que él es responsable de la coordinación del Ejecutivo, "y no , como se ha dicho esta tarde aquí, responsable del Cesid". "El Gobierno", añadió González, "es destinatario de la información del servicio, no el responsable del servicio".

A continuación, González dijo lo que tenía ganas de decir desde horas antes, cuando escuchó la intervención de Álvarez Cascos. El jefe del Ejecutivo consideró inadecuado que el PP "con vocación de gobierno" adopte la actitud que está tomando en este asunto. "Ustedes deben reflexionar porque están poniendo en crisis la institución de los servicios de inteligencia y defensa de España".

González, con cierta vehemencia, intentó borrar la afirmación del PP según la cual el servicio de inteligencia de este país se dedica a espiar a los ciudadanos. "Ustedes dan eso por supuesto y tengo que decir que no es verdad", dijo.

La bofetada de Blanco

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Antes, Álvarez Cascos había querido llevarle a su terreno, es decir, a que asumiera la responsabilidad de lo ocurrido, recordándole que, cuando el PSOE estaba en la oposición, pidió la dimisión del ministro del Interior de UCD Rodolfo Martín Villa por la bofetada que un policía propinó al secretario general del PSOE cántabro, Jaime Blanco. "Ahora, si un grupo de élite que trabaja para el presidente golpea la seguridad de los ciudadanos escuchándoles indiscriminadamente, la responsabilidad corresponde a González", dijo.

Minutos antes, Rafael Ribó, por IU-IC, había buscado también la responsabilidad del líder socialista citando al dirigente socialdemócrata alemán Willy Brandt, que dimitió por un asunto "de ínfima categoría". Según Ribó, González "se ha desprendido" de personas valiosas de su entorno, pero ahora le correspondería dejar el cargo "por su negligencia e ineficacia" y dejar de utilizar a Serra y García Vargas "como escudos humanos". González no contestó, sino que relató los pasos del Gobierno en el intento de esclarecer todo lo ocurrido.

Durante la sesión, el presidente del Gobierno se convirtió para el PP e IU en el verdadero protagonista, ya que los representantes de ambas fuerzas, Álvarez Cascos y Rosa Aguilar, respectivamente, se olvidaron de Serra y arremetieron contra González solicitando su dimisión. Después, en los pasillos, Aguilar coincidió con el parlamentario del PP Rodrigo Rato al señalar que había contradicciones entre lo declarado por Serra en el pleno y lo que comunico a la Comisión de Secretos Oficiales el pasado lunes.

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