Un mundo a su alcance

El mundo vive el amanecer de una nueva era dorada de los viajes. Cuando irrumpa el siglo XXI, habrá gente de todas las clases y países vagando por todos los lugares de este planeta. Los viajes en masa comenzaron a principios de los años cincuenta, cuando los estadounidenses aprovecharon los nuevos vuelos transatlánticos regulares y salieron por millones a ver el mundo por cuatro perras. En años sucesivos, los europeos occidentales, y después los japoneses, siguieron su ejemplo, hasta que los viajes se hicieron tan numerosos como para convertirse en la mayor industria mundial. Hoy, 212 millones...

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El mundo vive el amanecer de una nueva era dorada de los viajes. Cuando irrumpa el siglo XXI, habrá gente de todas las clases y países vagando por todos los lugares de este planeta. Los viajes en masa comenzaron a principios de los años cincuenta, cuando los estadounidenses aprovecharon los nuevos vuelos transatlánticos regulares y salieron por millones a ver el mundo por cuatro perras. En años sucesivos, los europeos occidentales, y después los japoneses, siguieron su ejemplo, hasta que los viajes se hicieron tan numerosos como para convertirse en la mayor industria mundial. Hoy, 212 millones de personas de todo el globo trabajan en el sector turístico y de viajes, un negocio que rinde al año 3,4 billones de dólares. El año pasado, el número de pasajeros internacionales de avión ascendió a 339,6 millones, y se prevé que, en 1998, serán cien millones más.Todo esto impresiona, pero no es más que un preludio. Se espera que, dentro de una década, este sector empleará a 338 millones de personas en el mundo y tendrá unos ingresos de 7,2 billones de dólares. Duplicar los ingresos representa por sí solo una explosión de los viajes a una escala sin precedentes. Será, además, una explosión que abarcará regiones mucho más amplias del mundo, no sólo lugares privilegiados como Estados Unidos, Europa y Japón, que han dominado el sector en los 20 últimos años.

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La nueva afluencia de viajeros ha sido posible gracias a la finalización de las restricciones. Por muy desigual que el proceso haya sido, el Mundo entero, con poquísimas excepciones, está abierto ahora a los viajeros. Naciones que en otro tiempo se apartaron del mundo detrás de fronteras cerradas, como Albania y Vietnam, están construyendo hoteles, aeropuertos y clubes nocturnos para atraer y animar a los forasteros de bolsillos llenos. Desde Suráfrica hasta Oriente Próximo, el contagio de la paz está abriendo caminos a. viajes incluso más grandes.

Fusiones

Este turismo de masas del siglo XXI dará lugar a grandes cambios en el sector. Los dos últimos años han visto el nacimiento de macroagencias de viajes debido a la fusión de empresas como American Express y Thomas Cook, Carlson y Wagonlit. Hasta ahora, estas uniones internacionales han tenido como protagonistas a empresas de Europa Occidental y Estados Unidos, pero en épocas venideras los nuevos gigantes reclutarán agencias de Asia, Europa del Este y Latinoamérica.Las que sobrevivan dedicarán más tiempo y esfuerzo al bienestar de los viajeros solitarios o en familia. Los viajes de negocios, el segundo mayor gasto de. algunas empresas después de los costes de personal, aumentarán muy lentamente en el nuevo milenio. La expansión más abrumadora se dará en la clase media. El mundo, especialmente Europa, necesitará menos hoteles de lujo y más establecimientos de tres estrellas, parques temáticos y restaurantes para toda la familia.

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