Cuatro etarras acribillados

El 25 de septiembre de 1985, a las 21.15, tres individuos descendieron de un coche en la calle Pannecau, en el centro de Bayona (Francia), y dispararon indiscriminadamente contra las personas que se encontraban en la cafetería del hotel Monbar. Tres de los clientes, que resultaron ser miembros de ETA, murieron en el acto, mientras el cuarto, también militante de la organización terrorista, falleció tres horas después en el hospital. Los muertos fueron José María Etxaniz Maiztegui, Potro; Iñaki Asteazu Izarra, Beltza; Agustín Irazustabarrena Urruzola, Legra, y Xabin Etxaide...

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El 25 de septiembre de 1985, a las 21.15, tres individuos descendieron de un coche en la calle Pannecau, en el centro de Bayona (Francia), y dispararon indiscriminadamente contra las personas que se encontraban en la cafetería del hotel Monbar. Tres de los clientes, que resultaron ser miembros de ETA, murieron en el acto, mientras el cuarto, también militante de la organización terrorista, falleció tres horas después en el hospital. Los muertos fueron José María Etxaniz Maiztegui, Potro; Iñaki Asteazu Izarra, Beltza; Agustín Irazustabarrena Urruzola, Legra, y Xabin Etxaide.Los restantes clientes persiguieron a pie a los agresores y detuvieron a dos de ellos, después de que hubieran arrojado al río Nive las pistolas que llevaban. Los dos terroristas resultaron ser dos miembros del hampa marseIlesa, Lucien Mattei, que entonces tenía 41 años, y Pierre Frugoli, de 24.

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En diciembre de 1987, los dos hampones fueron condenados por un tribunal de Pau a cadena perpetua. Sin embargo, por un defecto formal, la sentencia fue recurrida y la Audiencia de París confirmó la condena de Mattei y rebajó la de Frugoli a 20 años de prisión.

Mattei, en todo momento guardó silencio, pero Frugoli admitió su participación en los crímenes, inculpó a su compañero Mattei y reconoció tímidamente al entonces subcomisario José Amedo como una de las personas que les había reclutado. Concretamente, Frugoli habló de "gran parecido físico entre Amedo y la persona que se presentó como Francis".

Frugoli y Mattei habían sido reclutados en un bar de Marsella por un tal Francis, a quien, según el testimonio de Frugoli, volvieron a encontrar en el hotel Orly de San Sebastián en los dos días anteriores al atentado. Francis les facilitó el armamento con el que realizaron el atentado y les señaló los objetivos. Al parecer, Amedo estuvo alojado en el citado hotel donostiarra en las fechas mencionadas por Frugoli. Francis le ofreció 100.000 francos por el atentado más 50.000 francos adicionales por cada una de las víctimas.

El tercer integrante del grupo agresor nunca fue identificado.

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