"González debe ejercer más como secretario general del PSOE"

José Bono, 45 años, es el único presidente autonómico del PSOE que ha conseguido la mayoría absoluta en las elecciones del pasado domingo. Apuesta decididamente por una renovación del PSOE y cree que Felipe González la puede llevar adelante porque "tiene muchas llaves y debe usarlas para abrir muchas puertas".Pregunta. Un dirigente del PP ha dicho que a Bono no le van a dejar inaugurar ni una fuente porque usted ha ganado, pero el PP se ha llevado todas las diputaciones y alcaldías de las capitales castellano-manchegas.

Respuesta. Me interesa más defender el agua qu...

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José Bono, 45 años, es el único presidente autonómico del PSOE que ha conseguido la mayoría absoluta en las elecciones del pasado domingo. Apuesta decididamente por una renovación del PSOE y cree que Felipe González la puede llevar adelante porque "tiene muchas llaves y debe usarlas para abrir muchas puertas".Pregunta. Un dirigente del PP ha dicho que a Bono no le van a dejar inaugurar ni una fuente porque usted ha ganado, pero el PP se ha llevado todas las diputaciones y alcaldías de las capitales castellano-manchegas.

Respuesta. Me interesa más defender el agua que inaugurar las fuentes. Espero que cambien de posición y me ayuden a defender la región.

P. ¿No le queda un margen estrecho de maniobra, cercado por diputaciones y alcaldías del PP?

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R. El margen de maniobra es el que me han otorgado los ciudadanos. Las diputaciones hay que acomodarlas al Estado de las autonomías. Los presidentes de diputación son elegidos en elección de tercer grado y su nivel de conocimiento ciudadano no parece muy alto.

P. Felipe González ha dicho que agota la legislatura. ¿Qué le parece?.

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R. Me parece correcto en términos de legitimidad democrática.

P. ¿No cree que es una apuesta arriesgada?

R. En una democracia parlamentaria los riesgos se acentúan si se piensa más en la interrupción de la legislatura que en acomodarse a los cambios que exige la opinión pública. Tan erróneo sería obstinarse en seguir por seguir como mostrarse refractario a todo cambio cuando tanta gente nos invita a hacerlos.

P. ¿Qué tiene que hacer Felipe González? ¿Es suficiente renovar el Gobierno?

R. Quizás fuera conveniente plantearse un cambio de Gobierno, capaz de recuperar la cercanía con los ciudadanos, porque hay muchas energías e ideas latentes en un amplio sector de la opinión pública que no quiere asistir resignado al ascenso electoral de la, derecha. La estabilidad gubernamental es un valor indudable, pero la rutina sería una grave servidumbre. En el PSOE también es preciso que cada cual ejerza su función, y la del secretario general es muy importante. Felipe González es el secretario general y debería ejercer más las competencias que le encomendó el Congreso para renovar la organización. Ahí sí que tiene una responsabilidad directa que no parece delegable. Felipe tiene muchas llaves y debe usarlas para abrir puertas.

P. Habla usted de un cambio de ideas y de personas. ¿Qué ideas y qué personas?

R. Lo dije en diciembre de 1993, hace año y medio. Algunos casi me crucifican por decir lo que pensaba. Gobernamos en España desde 1982 y hasta 1997 tenemos la obligación de intentar dar respuestas al Gobierno a los ciudadanos. Para recorrer con éxito tan larga etapa son necesarios golpes de timón y cambios de ritmo. ¿Qué personas podrán participar en ello? Las que no se instalen ni en la comodidad de los camarotes ni en el patriotismo de la camarilla.

P. ¿Cree que ese cambio pasa por la sucesión del propio González?

R. Un partido serio que tiene asumida la responsabilidad de Gobierno no actúa en clave sucesoria. Somos muchos los que apoyamos al presidente. Además, el sucesor de Felipe González no deberá ser un heredero porque el PSOE no es una Corte ni rige entre nosotros el principio monárquico para elegir cargos.

P. Los socialistas han perdido mucho terreno en las grandes capitales y en las comunidades ricas. ¿A qué lo atribuye? ¿Cómo se plantea cambiar el signo?.

R. Su pregunta no parece tener en cuenta lo sucedido en Cataluña; y mi respuesta no puede atenerse exclusivamente a esa diferenciación esquemática entre comunidades ricas y pobres. Por otra, en las ciudades hay un ritmo social, político y hasta vital más acelerado desde el que se demanda una mayor rapidez en los movimientos. Es lógico que una parte de nuestro electorado nos abandone si no adecuamos nuestra respuesta a ese ritmo, a las expectativas que creamos con la idea del "cambio sobre el cambio".

P. ¿Esa recuperación de voto requiere una "pasada por la oposición"?.

R. Ya estamos en la oposición en muchas comunidades y municipios; el conservadurismo liberal difícilmente conseguirá que las ciudades modernas que hemos contribuido a hacer se conviertan en nuevas "vetustas" de fin de siglo, viejas capitales de provincia, burocráticas y clasistas. Lo que debemos hacer es gastar menos tiempo en conflictos internos y ofrecer desde la oposición alternativas que nos permitan recuperar lo perdido para 1999.

P. ¿A qué atribuye su victoria, la única de un socialista por mayoría absoluta en una comunidad autónoma?.

R. El PSOE en Castilla-La Mancha no ha perdido demasiado tiempo en conflictos internos y tenemos conciencia de que somos un instrumento en manos de los ciudadanos. La cercanía a las personas he hecho un millón de kilómetros y la obsesión por la transparencia en la vida pública condenando cualquier complicidad con los corruptos quizás hayan influido algo junto al trabajo de miles de socialistas que han trabajado con verdadera pasión.

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