Cuatro rapados apalean a un toxicómano en plena calle

Un grupo de rapados apaleó a un drogadicto cuando caminaba la madrugada del jueves por la calle de Somosierra, en Fuenlabrada (165.000 habitantes). La víctima, J. L. M., de 23 años, fue golpeada con barras de hierro sin intercambiar ninguna palabra con los agresores, según el testimonio del vapuleado.

Después de la paliza, ingresó malherido en el hospital Doce de Octubre, donde fue atendido de una profunda herida en la cabeza, hematomas múltiples y fractura en uno de los brazos. Su pronóstico es reservado, según los médicos.

Los responsables de la comisaría de Fuenlabrada no ...

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Un grupo de rapados apaleó a un drogadicto cuando caminaba la madrugada del jueves por la calle de Somosierra, en Fuenlabrada (165.000 habitantes). La víctima, J. L. M., de 23 años, fue golpeada con barras de hierro sin intercambiar ninguna palabra con los agresores, según el testimonio del vapuleado.

Después de la paliza, ingresó malherido en el hospital Doce de Octubre, donde fue atendido de una profunda herida en la cabeza, hematomas múltiples y fractura en uno de los brazos. Su pronóstico es reservado, según los médicos.

Los responsables de la comisaría de Fuenlabrada no encuentra explicaciones del salvaje ataque. "El toxicómano recibió la paliza por su aspecto", opinan los agentes encargados de la investigación.

La policía busca en las zonas de copas de Fuenlabrada a los autores de la agresión.

PASA A LA PÁGINA 3

El drogadicto fue golpeado con una barra

VIENE DE LA PÁGINA 1La víctima caminaba por la calle, hacia las 0.30 de ayer, cuando alguien le tocó la espalda y le pereguntó: "¿Tienes fuego?". Al darse la vuelta, un joven con el pelo rapado le sacudió con una barra de hierro en la cabeza. Encogido por el dolor, recibió dos patadas y entonces se derrumbó. Tendido en la acera, aguantó puntapiés y una secuencia de golpes. Ensangrentado, el joven se arrastró hasta llegar a su casa.

La paliza duró dos minutos. El toxicómano no recuerda si los agresores le gritaban. En su memoria sólo se fijó la imagen difuminada de los rapados; no llegó a distinguir sus rostros en la penumbra. Según los agentes, nadie presenció el apaleamiento. Ni siquiera los miembros del cercano puesto de Cruz Roja se dieron cuenta de la agresión. "No oímos nada", aseguraron ayer.

La víctima abandonó el hospital a mediodía de ayer con la brecha de la cabeza cerrada con 10 puntos. Tiene un brazo fracturado y contusiones en el abdomen y las piernas. Después de recibir el alta, el agredido denunció los hechos en la comisaría de Fuenlabrada. En las dependencias policiales los agentes le mostraron un amplio archivo de rapados detenidos con anterioridad. En vano. No identificó a nadie. El hombre agredido ingresará este fin de semana en un centro especial de tratamiento de drogadictos en Gerona.

La Policía Nacional de Fuenlabrada sabe que residen en la localidad varios rapados que hasta el miércoles no habían cometido ninguna fechoría. "Los tenemos controlados, y de momento no habían causado ningún problema en la ciudad", indicó uno de los funcionarios. Los agentes tienen la certeza de que los agresores viven en Fuenlabrada. El lugar del ataque dista mucho del punto de encuentro de los rapados. "Se les suele ver en la zona de la plaza y son fanáticos integrantes del Frente Atlético y Ultrasur", dijo un policía.

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