Rato dice que la polémica de las desgravaciones es falsa
El portavoz parlamentario del PP, Rodrigo Rato, defendió ayer, ante un grupo de inversores nacionales y extranjeros, la modificación de los impuestos sobre sucesiones, patrimonio y rendimientos del capital que, "por razones ideológicas", impiden el ahorro. y la inversión. Rato aseguró que la polémica sobre si el PP está a favor o en contra de las desgravaciones es "falsa" y "está inducida por el PSOE para crear alarma social". Devolvió la pelota al decir que el Gobierno quiere eliminar algunas de estas deducciones, pero no para mejorar el sistema fiscal, "sino para aumentar la recaudación".La ...
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El portavoz parlamentario del PP, Rodrigo Rato, defendió ayer, ante un grupo de inversores nacionales y extranjeros, la modificación de los impuestos sobre sucesiones, patrimonio y rendimientos del capital que, "por razones ideológicas", impiden el ahorro. y la inversión. Rato aseguró que la polémica sobre si el PP está a favor o en contra de las desgravaciones es "falsa" y "está inducida por el PSOE para crear alarma social". Devolvió la pelota al decir que el Gobierno quiere eliminar algunas de estas deducciones, pero no para mejorar el sistema fiscal, "sino para aumentar la recaudación".La reforma del sistema tributario forma parte, junto con la del sector público y la desregularización de los mercados, de la revolución económica que pretende realizar el PP cuando llegue al poder, "en el menor tiempo posible", según Rato. Ante las críticas vertidas por el PSOE sobre el nulo carácter redistributivo del proyecto de reforma fiscal popular, Rato dijo que no le corresponde al sistema tributario la redistribución de riqueza, sino a los servicios públicos (educación, sanidad, seguridad...) "que permiten igualdad de oportunidades".
El crecimiento y el ahorro deben ser los objetivos de este sistema, defendió Rato. En la actualidad, dijo, "hay suficientes elementos ideológicos que impiden esto". Así, abogó por una "redefinición" de los impuestos sobre el patrimonio, las sucesiones y los rendimientos de capital. Pero el peso de la reforma del PP recae sobre los gravámenes de mayor influencia recaudatoria. Rato insistió en la necesidad de cambiar los tipos y plazos del IRPF, de mejorar la capacidad de creación de capital en las empresas con el impuesto de sociedades y de modificar los impuestos especiales y el IVA.
El mismo espíritu antiintervencionista inspira la reforma del sector público. La mejora de la calidad de la educación, la sanidad, la creación de empleo..., depende de que dichos servicios se produzcan con criterios de competencia, "como ha hecho Alemania con éxito".
Liberalizaciones
El PP pretende también liberalizar las telecomunicaciones, el transporte, la energía y el suelo. Rato resumió la reforma del mercado laboral en la necesidad de mejorar la "predictibilidad" de los contratos, sin querer entrar en más detalle: "Hoy nadie contrata porque nadie sabe cuáles son las consecuencias de ese acto".
El objetivo de todas estas reformas -defendidas con contundencia por Rato- es lograr que España, que ahora no cumple ninguno de los requisitos de convergencia, esté en el núcleo de cabeza de la UE. El crecimiento sin estas reformas no vale: "Se crece y se reduce el paro, pero no nos acercamos a Maastrichit".