Los objetos robados se subastarán uno a uno para evitar a los profesionales

El decanato de los juzgados de Madrid prepara para mediados de junio una macrosubasta con objetos que en su día fueron robados y, transcurrido el tiempo legal, nadie los ha reclamado. Pero esta subasta (y las que se celebren en el futuro) no será igual que las precedentes. Hasta ahora, los artículos (coches, joyas) se subastaban en lotes. A partir de ahora, todos y cada uno de los miles de artículos -por muy pequeños y baratos que sean- que hay en. los gigantes sótanos de la plaza de Castilla tendrán su propia subasta. El decanato ha advertido que de las subastas por lotes sólo se benefici...

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El decanato de los juzgados de Madrid prepara para mediados de junio una macrosubasta con objetos que en su día fueron robados y, transcurrido el tiempo legal, nadie los ha reclamado. Pero esta subasta (y las que se celebren en el futuro) no será igual que las precedentes. Hasta ahora, los artículos (coches, joyas) se subastaban en lotes. A partir de ahora, todos y cada uno de los miles de artículos -por muy pequeños y baratos que sean- que hay en. los gigantes sótanos de la plaza de Castilla tendrán su propia subasta. El decanato ha advertido que de las subastas por lotes sólo se benefician las personas adineradas y, especialmente, los llamados subasteros, que por lo -general disponen de grandes sumas de dinero y se pueden permitir pagarlos para luego revenderlos. "La idea es ponérselo difícil a los subasteros y paralelamente, abrir las pujas a todo el mundo", declaró ayer María José Gandásegui, secretaria áeneral de los juzgados de Madrid.

PASA A LA PÁGINA 7

Los sótanos de los juzgados de la plaza de Castilla almacenan miles de objetos

VIENE DE LA PÁGINA 1El objetivo fundamental es, en definitiva, evitar que los subasteros lo acaparen todo de un sólo disparo. Con esta iniciativa se verán obligados, al menos, a pujar por cada artículo. Como los precios son realmente asequibles, hallarán más competidores.

Fuentes jurídicas señalan que la trama de los subasteros no se ciñe sólo a acaparar los pisos que embargan, los jueces por impago de la hipoteca. Sus redes, según estos medios, se extienden también al resto de las pujas judiciales, sean coches, joyas... Los pisos suelen adjudicárselos amañando las pujas (es decir, poniéndose de acuerdo para no hacerse competencia entre ellos; la Audiencia de Madrid ha juzgado recientemente a 24 subasteros por esta ilícita práctica).

Pero, además de coches, los sótanos de la plaza de Castilla almacenan cientos de miles de variados artículos: desde un mechero, una pulsera de oro o una insignificante cinta de video pirata, hasta una majestuosa televisión de 32 pulgadas, aparentemente en buen estado. Hace semanas se subastó en los juzgados, por ejemplo, un lote de 30 coches, algunos de lujo: Merdeces, deportivos... El lote fue adquirido por unos 45 millones. Un ciudadano con un nivel de ingresos medio difícilmente habría podido pujar.

Precio de salida

No hace mucho, también se subastó un lote de joyas: se lo quedó una única persona. A partir de ahora es previsible que no se repitan situaciones, similares. Al eliminar los lotes, cualquier ciudadano que necesite un equipo de música, por ejemplo, podrá acudir al juzgado, ver en la exposición el que más le guste y pujar por él. Sólo tendrá que consignar un 25% del precio de salida que fije para ese producto el perito judicial.

En la macrosubasta prevista para mediados de junio se van a exhibir más de una treintena de cadenas musicales, a un precio de salida de 5.000 pesetas; una veintena de abrigos de piel (incluso alguno de visón) a igual precio;. 300 radiocasetes, a 1.000 pesetas la unidad (los hay de todas las marcas); videojuegos infantiles a 500 pesetas cada uno; cámaras, fotográficas, la más cara, a 8.000. pesetas; cuberterías a 3.000 pesetas; emisoras de radio a 1.000 pesetas; herramientas eléctricas...

El hecho de que sean precios tan médicos se debe a dos razones; por un lado, al lógico deterioro de unos productos que llevan allí encerrados cuatro años, tiempo mínimo que fija la ley para poder subastarlos, y, por otro, a la necesidad de descongestionar los sótanos, que a estas alturas se revelan incapaces de tragar más cosas.

La secretaria general de los juzgados, María José Gándáseguí, se queja: "Es importante que la Policía se mentalice de que no todo lo que halle en un registro domiciliario es luego útil para el juicio. Aquí hay montones de ropa, por ejemplo, que lo único que hacen es estorbar, pues carecen de valor probatorio".

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