Festival liliputiense

La fiesta de presentación de Festimad resumió todas las actividades de la muestra

Fue, más o menos comprimido, una muestra de lo que Festimad será desde el 26 de abril hasta el siete de mayo. La sala elegida, Revólver, había sido el hogar del Festival Independiente de Madrid (Festimad) hace unos meses y volvieron por esos pagos los tatuadores, los expertos en perforar todo tipo de piel que se les resista y los especialistas en efectos especiales: por 500 pesetas se podía uno llevar a casa un pene de pega convenientemente ensangrentado, gracias a RHK. Irse con una mano seccionada bajo el brazo salía más caro: 2.500 pesetas. Las cabezas no bajaban de 6.000. Para hacer juego, ...

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Fue, más o menos comprimido, una muestra de lo que Festimad será desde el 26 de abril hasta el siete de mayo. La sala elegida, Revólver, había sido el hogar del Festival Independiente de Madrid (Festimad) hace unos meses y volvieron por esos pagos los tatuadores, los expertos en perforar todo tipo de piel que se les resista y los especialistas en efectos especiales: por 500 pesetas se podía uno llevar a casa un pene de pega convenientemente ensangrentado, gracias a RHK. Irse con una mano seccionada bajo el brazo salía más caro: 2.500 pesetas. Las cabezas no bajaban de 6.000. Para hacer juego, pululó por allí el director de cine Álex de la Iglesia, director de la sangrienta Acción Mutante.

35 agujeros

La verdad es que el rincón de estos artistas estaba de lo más solicitado. Había películas rebosantes de sangre y casquería y fanzines del mismop estilo, junto al puesto de la banda del fotógrafo Alberto García Alix y su banda de El Canto de la Tripulación.

Una muestra en pequeño de lo que será el mercadillo de Festimad, que se celebrará del 3 al 6 de mayo en el Círculo de Bellas Artes. Con un vaso en la mano y haciéndose a la idea se paseó encorbatado -probablemente el único luciendo esa prenda- el director del Círculo de Bellas Artes, Enrique Baquedano.

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De perforar sin anestesia se encargó Toro, un chaval de 19 años del barrio de la Elipa, que lleva 27 agujeros -con sus correspondientes anillos- sólo en la cara y que cada noche, al volver a casa, ha de retirarse todo porque sus padres nada saben de su doble vida. En total, tiene 35 orificios en todo el cuerpo y se inició en estas artes a las que dedica tres días a la semana, con sólo 13 años. Toro, vestido cuidadosamente de negro, esconde un inmenso tatuaje en su espalda y saludaba a los compañeros de la facultad de Periodismo. Dice que desde hace un año, el piercing, que es como lo llaman los entendidos, es una plaga. Sus clientes, asegura, suelen ser mujeres de 18 a 25 años.

Al fondo sonaban, inmisericordes, las guitarras del grupo Nowonder, del sello independiente Subterfuge. Se encargaron de que la parroquia allí reunida empezara a dar saltos. Luego llegó un corto también. sangriento del director Daniel Calparsoro (director de Salto al vacío): un hombre necesita usar el cuarto de baño y para ello tiene que matar a toda una familia.

Los aplausos, a pares, se los llevó el desfile de modelos reciclados de Pepita is Dead, técnica consistente en rescatar la ropa de dos décadas atrás de los almacenes que nunca consiguieron venderla.

El acto culminó con la elección de la Miss Seria, una modelo eternamente enfadada y enfundada para la ocasión con un bañador auténtico de los años 60 que competía con una escuálida Miss Tol y otra Miss Gaseosa. La pasarela donde se presentó la mayor oferta cultural de las próximas dos semanas se llenó de colorines y la afición gritaba: "¡Ese culo!" siempre que había ocasión.

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