El aplastante triunfo electoral de Fujimori barre del mapa político peruano a los partidos tradicionales

ENVIADO ESPECIALAlgo está fallando en Perú cuando el monumental antifonario de la consta Susy Díaz, Chuchi, disputa un escaño en el Congreso de la nacion al pensamiento del histórico Víctor Haya de la Torre, fundador del Partido Aprista Peruano (APRA), reducido a cenizas en las elecciones generales del domingo. Escrutado casi el 60% de los sufragios, el presidente Alberto Fujimori afianza su mayoría absoluta con el 64,3%, el trasero de la señorita Díaz se muestra seguro de su ingreso en el hemiciclo y los partidos tradicionales quedan barridos del mapa político y del registro legal, ced...

ENVIADO ESPECIALAlgo está fallando en Perú cuando el monumental antifonario de la consta Susy Díaz, Chuchi, disputa un escaño en el Congreso de la nacion al pensamiento del histórico Víctor Haya de la Torre, fundador del Partido Aprista Peruano (APRA), reducido a cenizas en las elecciones generales del domingo. Escrutado casi el 60% de los sufragios, el presidente Alberto Fujimori afianza su mayoría absoluta con el 64,3%, el trasero de la señorita Díaz se muestra seguro de su ingreso en el hemiciclo y los partidos tradicionales quedan barridos del mapa político y del registro legal, cediendo espacio a agrupaciones que apostaron con independientes, algunos sin principios, lealtades ni vergüenza.

El movimiento Cambio 90-Nueva Mayoría, de Fujimori, obtendrá aproximadamente 65 escaños en un Parlamento unicameral de 120; la Unión por el Perú, liderada por el anterior secretario general de la ONU, Javier Pérez de Cuéllar, no llega a 20, y el resto de los partidos y grupos deberán repartirse los asientos sobrantes. La candidata del APRA a la presidencia, Mercedes Cabanillas, que con menos del 5% consolida el tercer puesto, detrás de Javier Pérez de Cuéllar -21,9% de los votos-, se refugia en la moraleja: "De alguna manera (el varapalo) me alegra para que el partido, de una vez por todas, culmine, acentúe o profundice los cambios y las rectificaciones".

Percibidos, con razones para ello, como corruptos, ineptos, liantes o en las nubes, partidos como el APRA, Izquierda Unida y el centrista Acción Popular, cuyo jefe, Fernando Belaúnde Terry, fue dos veces presidente, participaron en la consulta sin conseguir el 5% de los votos necesario para conservar su inscripción en el registro del Jurado Nacional de Elecciones. Fracasaron estrepitosamente al no haber sabido superar el descrédito que favoreció el surgimiento de candidaturas independientes y el autoritarismo de FuJimori, que ayer marchaba en caravana triunfal por uno de los arrabales de Lima. Se salvó el Partido Popular Cristiano que, amenazado por el ridículo, se retiró a tiempo. Buscaron la presidencia como independientes 11 de los 14 aspirantes, y gentes disparatadas se aventuraron por libre, ambicionando más el sueldo que el escaño. "Hay políticos que pueden ser malos, pero hay independientes incluso peores", piensa Guillermo Rochabrún, sociólogo de la Pontificia Universidad Católica.

FuJimori repetirá mandato cinco años sin necesidad de alianzas, aunque las haya ofrecido a personas con prestigio, entre ellas Pérez de Cuéllar, y prometió sumar voluntades en la aplicación de los asuntos más controvertidos de su programa, por ejemplo las privatizaciones. El presidente anunció . que continuará impartiendo orden, disciplina y progreso. No hay discrepancia en la necesidad de prosperar y crear empleo en un país con la mitad de sus habitantes sufriendo pobreza, pero la maltrecha oposición teme los excesos del triunfador en la aplicación del orden y la disciplina.