Crisis de gobierno en Viena tras la dimisión de cuatro ministros socialdemócratas.

Una reorganización del Gabinete a gran escala inició ayer el primer ministro socialdemócrata austriaco, Franz Vranitzky, después de la inesperada dimisión de cuatro ministros de su partido pertenecientes a la vieja guardia con el argumento de que hay que dar una nueva imagen a la socialdemocracia en el poder. Ferdinand Lacina, jefe de la cartera de Finanzas, renunció el miércoles y le siguieron ayer los ministros de Interior, Asuntos Sociales y de la Mujer. El alejamiento de la vieja guardia del Partido Socialdemócrata (SPOE) de las tareas de gobierno forma parte de su estrategia...

Una reorganización del Gabinete a gran escala inició ayer el primer ministro socialdemócrata austriaco, Franz Vranitzky, después de la inesperada dimisión de cuatro ministros de su partido pertenecientes a la vieja guardia con el argumento de que hay que dar una nueva imagen a la socialdemocracia en el poder. Ferdinand Lacina, jefe de la cartera de Finanzas, renunció el miércoles y le siguieron ayer los ministros de Interior, Asuntos Sociales y de la Mujer. El alejamiento de la vieja guardia del Partido Socialdemócrata (SPOE) de las tareas de gobierno forma parte de su estrategia de renovación urgente tras su retroceso en las elecciones del pasado otoño.El vicecanciller, Erhard Busek, jefe del Partido Popular (OEVP), en coalición con los socialdemócratas, advirtió ayer que Vranitzky "ha dejado de tener control sobre los acontecimientos". Jörg Haider, jefe de los Liberales (derecha populista), exigió la renuncia del Gabinete en pleno y la convocatoria de nuevas elecciones.

Vranitzky aseguró que el partido no estaba en crisis y reiteró que el liderazgo en la socialdemocracia permanece "intacto", al referirse a socios de coalición, el OEVP, que mantienen una abierta campaña para destituir al jefe del partido.