Los consejeros de Leguina gastan 300 millones en 'vender' sus mejores obras en precampaña

Las consejerías de Joaquín Leguina ya están en campaña. Los distintos departamentos en que se divide el Gobierno regional gastan en estos meses previos a las elecciones autonómicas del 28 de mayo unos 300 millones de pesetas en promocionar sus mejores obras. Esa partida se divide por áreas, aunque el portavoz del Ejecutivo regional, Ramón Espinar, dedicará siete millones de su presupuesto a glosar en un libro los logros más relevantes de todo el Gobierno. Editará 15.000 ejemplares, que se distribuirán gratis, como ya sucedió en la precampaña de 1991.

El contenido de la memoria de los úl...

Las consejerías de Joaquín Leguina ya están en campaña. Los distintos departamentos en que se divide el Gobierno regional gastan en estos meses previos a las elecciones autonómicas del 28 de mayo unos 300 millones de pesetas en promocionar sus mejores obras. Esa partida se divide por áreas, aunque el portavoz del Ejecutivo regional, Ramón Espinar, dedicará siete millones de su presupuesto a glosar en un libro los logros más relevantes de todo el Gobierno. Editará 15.000 ejemplares, que se distribuirán gratis, como ya sucedió en la precampaña de 1991.

El contenido de la memoria de los últimos cuatro años que prepara ya el consejero portavoz del Gobierno regional, con 142 páginas y fotografías a color, será menos lujoso que el reflejado en el libro confeccionado por la Consejería de Cooperación, que dirige Virgilio Cano. El libro propulsado por Cano, Doce años que cambiaron Madrid, persigue el objetivo de resaltar las actuaciones más significativas de los 12 años que Joaquín Leguina lleva al frente de la Comunidad. Esta campaña, consistente en la publicación de 3.000 libros y 1.800.000 folletos, ha costado 130 millones de pesetas y fue encargado directamente a la empresa Maketa, donde trabajaron varios años los maridos de sus dos secretarias de confianza (veáse EL PAÍS del jueves).El consejero portavoz del Gobierno, Ramón Espinar, justificó ayer como lógica, tras el Consejo de Gobierno semanal, la realización de estos libros y campañas de promoción en periodo preelectoral, "porque es necesario que los madrileños sepan las obras y actuaciones que hemos hecho en estos años".

Espinar no fue tan preciso al explicar qué le parecía el procedimiento empleado por Cano al contratar directamente -sin concurso ni subasta- la campaña. El portavoz comentó, con respecto a la opinión en este caso de la Intervención General de la Comunidad, dependiente orgánicamente de su consejería, que si el interventor consideró que no se llegaba a tiempo para cumplir todos los trámites de un concurso era lógico que hubiese recomendado una adjudicación directa.

Espinar, sin embargo, ha sido escrupuloso a la hora de no saltarse ningún trámite burocrático. Convocó a tres ofertas para encargar el contenido de la memoria y se lo adjudicó a la más barata (Javier Echenagusía, que fue miembro de la revista de análisis regionales Alfoz) en poco más de siete millones. De la edición se ha dedicado la imprenta regional.

El portavoz regional admitió que la decisión de acometer estas campañas globales y sectoriales por consejerías se había debatido hace un mes y medio en el Consejo de Gobierno.

Ningún consejero de Leguina ha reconocido públicamente divergencias, discrepancias o discusiones por la composición de la campaña otorgada a Maketa por Cano. Sin embargo, ese debate sí surgió recientemente en una reunión previa al Consejo de Gobierno de la comisión de secretarios generales técnicos. Algunos consejeros sí se atrevieron a comentar ayer a este periódico, pero en el anonimato, que el libro era "inútil".

La decisión de abordar esta campaña, supuestamente debatida y aprobada el pasado 19 de enero en un Consejo de Gobierno, entró, fuera del orden del día, como asunto número 50. Algunos consejeros precisa ron a este periódico que desconocían que la empresa adjudicataria fuese otra vez Maketa y señalaron que ese aspecto no se discutió.

El secretario del grupo popular en la Asamblea, Manuel Cobo, afirmó que "el presidente Leguina se ha manchado las manos al avalar una contratación directa de la Consejería de Cooperación con Maketa sin que concurran los motivos legales adecuados", informa Efe. El Consejo de Gobierno fue el que adjudicó el contrato, todavía no abonado, porque un consejero no puede otorgar directamente contratos superiores a 75 millones.

Espinar añadió, para consolidar su teoría de que es "lícito" explicar lo que hace un Gobierno, que en las próximas semanas lo harán las consejerías de Integración Social, Transportes o Política Territorial.

Este departamento fue el que primero se adentró por esa senda de la comunicación de sus méritos al programar una exposición del Instituto de la Vivienda (Ivima) en la estación de Atocha que costó 200 millones, aunque sólo 75 fueron aportados por la consejería porque el resto provinieron de patrocinadores.

Integración Social, por su parte, acaba de comenzar una campaña para explicar sus servicios hacia los sectores más marginados de la sociedad en medios de comunicación audiovisuales. Esta promoción ha costado 54 millones de pesetas. La Consejería de Transportes, sin embargo, ha desmentido tener entre sus previsiones un acto de este tipo, aunque es una de las consejerías más cargadas de inauguraciones para los próximos meses.