Las dos alas del PPI italiano se disputan abiertamente el control del partido
Las dos alas del Partido Popular Italiano (PPI), heredero de la disuelta Democracia Cristiana, se disputaban ayer abiertamente el partido, antes incluso de que Rocco Buttiglione, el secretario destituido y derrotado el pasado sábado en su intento de llevar a los populares a las filas de Silvio Berlusconi, hubiera aclarado oficialmente si se irá como había prometido.A media mañana, Buttiglione, que en una entrevista publicada por el diario La Stampa reconocía su derrota sin ambigüedades, anunció el relevo de tres altos cargos del partido, presuntamente reos de traición al secretari...
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Las dos alas del Partido Popular Italiano (PPI), heredero de la disuelta Democracia Cristiana, se disputaban ayer abiertamente el partido, antes incluso de que Rocco Buttiglione, el secretario destituido y derrotado el pasado sábado en su intento de llevar a los populares a las filas de Silvio Berlusconi, hubiera aclarado oficialmente si se irá como había prometido.A media mañana, Buttiglione, que en una entrevista publicada por el diario La Stampa reconocía su derrota sin ambigüedades, anunció el relevo de tres altos cargos del partido, presuntamente reos de traición al secretario. También comentó a algún periodista que la votación del sábado sobre la alianza con Berlusconi "no era válida, por complejas razones jurídicas".
Poco después, Giovanni Bianchi, presidente del PPI, convocaba a la prensa para informar de que "cualquier medida adoptada en la fecha de hay [por ayer], tras la votación del sábado, por el honorable Buttiglione debe ser considerada inexistente, ya que, debido a la votación efectuada en el Consejo Nacional, el honorable Buttiglione ha dejado de ser secretario del partido".
La disputa sobre el futuro del PPI, que debería resolverse el jueves, durante una nueva reunión del Consejo Nacional en la que los opositores de Buttiglione intentarán nombrar un nuevo secretario, marca un compás de espera para los demás partidos.
La izquierda confía en que un PPI sin Buttiglione pase a apoyar la candidatura a primer ministro de Romano Prodi. La derecha se ha dividido en tomo a la situación creada por el fracaso de Buttiglione. Berlusconi sostiene que los pactos alcanzados con el secretario ex democristiano siguen siendo válidos.
Plan de ajuste
La disputa incide sobre la situación de la lira, que ayer volvió a registrar un nuevo récord negativo de 1.205 liras por marco y de 1.690 liras por dólar. Los mercados temen que la división de los populares incida sobre el voto del plan de ajuste económico del Gobierno que hoy afrontarán los diputados. Roberto Formigoni, exponente de la línea de Buttiglione aclaró que su sector seguirá apoyando el plan en lugar de rechazarlo, como tienen previsto hacer los grupos de Berlusconi y Fini.
La disputa jurídica sobre la decisión del PPI del pasado sábado se centra en tres representantes de Buttiglione que no fueron admitidos a votar, porque tienen procedimientos judiciales pendientes. La izquierda ganó la votación por tres votos. Pero también un representante de la izquierda fue excluido del voto por los mismos motivos.
Formigoni alega, además, que, para destituir al secretario, se requieren los votos de la mitad más uno de los miembros del Consejo Nacional, quórum que no fue alcanzado. La izquierda replica que fue Buttiglione quien, por iniciativa propia, anunció que dimitiría si su pacto con Berlusconi resultaba rechazado.