Tribuna:

Ayuno de quita y pon

Fue la huelga de hambre más corta de la historia. Y posiblemente la más corta. El ex presidente de México Carlos Salinas decidió ayer terminar con un ayuno que había anunciado 48 horas antes y que había suspendido en dos ocasiones.Vestido con una cazadora de cuero negra, con una imagen muy lejana a aquella que ofrecía cuando era un exitoso mandatario, Salinas señaló que sus demandas al Gobierno para que sacara a su maltrecho nombre de la deshonra habían recibido satisfacción.

El ex presidente había exigido que se reconociera públicamente que él no interfirió en las investigaciones del a...

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Fue la huelga de hambre más corta de la historia. Y posiblemente la más corta. El ex presidente de México Carlos Salinas decidió ayer terminar con un ayuno que había anunciado 48 horas antes y que había suspendido en dos ocasiones.Vestido con una cazadora de cuero negra, con una imagen muy lejana a aquella que ofrecía cuando era un exitoso mandatario, Salinas señaló que sus demandas al Gobierno para que sacara a su maltrecho nombre de la deshonra habían recibido satisfacción.

El ex presidente había exigido que se reconociera públicamente que él no interfirió en las investigaciones del asesinato de su sucesor, Luis Donaldo Colosio, hipótesis que ha calado en la opinión pública tras destaparse múltiples encubrimientos y falsificaciones de pruebas. Además, había pedido al Gobierno que asumiera su responsabilidad en los errores cometidos en la devaluación de diciembre, que generó graves trastornos en la economía.

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La Procuraduría de la República lo exculpó oficialmente el viernes, mediante un comunicado en el que aseguraba que no existían indicios que implicaran a Salinas en el caso Colosio. Pero eso no era suficiente.

Ayer por la mañana el ex presidente regresó ayer al humilde piso del barrio de San Bernabé, en la norteña ciudad de Monterrey, escenario escogido para llevar a cabo su huelga de hambre. Allí recibió la visita del Secretario de la Reforma Agraria, Arturo Warman, enviado por el presidente Ernesto Zedillo, quien aseguré haber logrado "una mayor comprensión de sus preocupaciones". Unas horas después Salinas ponía fin al ayuno y pedía apoyo para su sucesor.

El sarcasmo generalizado ha acogido la actitud del ex presidente. "Nunca se le pidió que bajara de peso, sino que respondiera a esa gran acumulación de riqueza que se generó a costa de dañar al país", decía, con su afilada lengua Porfirio Muñoz Ledo, líder del opositor Partido de la Revolución Democrática (PRD). En una viñeta del diario La Jornada, Salinas se clava en una cruz. "Perdónenme", dice el dibujo, "porque ya no sé lo que hago".

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