El Gobierno mexicano guarda silencio mientras la Bolsa cae otro 6,8%

Los agentes económicos mexicanos (inversores, empresarios y analistas) exigieron ayer al Gobierno que intervenga públicamente para intentar poner fin a la sangría financiera que amenaza con descomponer México. Tras una semana de caída libre, la Bolsa visitó ayer de nuevo el precipicio: perdió un 6,85%, sembrando el pánico entre los inversores, que la han visto caer un 20% en los últimos seis días. La divisa mexicana registró una pérdida ligera frente al dólar y cerró a 5,97 pesos, cerca del cierre del viernes. Ningún responsable político ha dado la cara en los últimos cuatro días, mientras el ...

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Los agentes económicos mexicanos (inversores, empresarios y analistas) exigieron ayer al Gobierno que intervenga públicamente para intentar poner fin a la sangría financiera que amenaza con descomponer México. Tras una semana de caída libre, la Bolsa visitó ayer de nuevo el precipicio: perdió un 6,85%, sembrando el pánico entre los inversores, que la han visto caer un 20% en los últimos seis días. La divisa mexicana registró una pérdida ligera frente al dólar y cerró a 5,97 pesos, cerca del cierre del viernes. Ningún responsable político ha dado la cara en los últimos cuatro días, mientras el descalabro que sufren los mercados amenaza con hundir el país y provocar un estallido social.La inexperiencia del Gobierno de Ernesto Zedillo, al que le explotó la devaluación en las manos apenas 20 días después de haber llegado al poder el pasado diciembre, se pone así nuevamente de relieve. Los analistas destacan que, desde un punto de vista técnico, las autoridades no están manejando la crisis demasiado mal ahora, pero que hace falta un golpe de timón político. Ayer se extendieron los rumores de que el secretario de Hacienda, Guillermo Ortiz, estaba preparando su dimisión. Sería el segundo responsable de la economía mexicana que caería en dos meses.

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La falta de liderazgo que sufre México se reveló patética cuando Zedillo aceptó la semana pasada una de las exigencias de EEUU para conceder una ayuda de 20.000 millones de dólares que supuestamente iba a estabilizar los indicadores financieros mexicanos: subir los tipos de interés al 50%. La medida se ha revelado fatal. Desde que el Banco de México la aplicó, el martes pasado, la Bolsa se ha desplomado y el peso no ha recuperado el más mínimo terreno.

Los altos tipos de interés (que para las empresas se sitúan sobre el 80% anual y para los particulares rozan el 100%) han desgarrado el tejido empresarial mexicano y amenazan con una quiebra generalizada del país. Ante semejante panorama, los inversores extranjeros están abandonando el país. Los empresarios volvieron a implorar ayer una intervención del Gobierno. También pidieron que se fije provisionalmente una política cambiaria que les permita hacer previsiones económicas.

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