Aznar se arroga la defensa frente al PSOE de la labor política del centrismo

El PP que sueña José María Aznar para llegar a La Moncloa es heredero directo de la Unión de Centro Democrático (UCD). No en vano algunos de los colaboradores que más le influyen proceden de aquel partido. Los ataques a la UCD, por tanto, los toma como propios. Ayer, varios dirigentes populares presentes en la comisión permanente, ex altos cargos en la época de Adolfo Suárez, salieron al paso de las últimas andanadas procedentes del PSOE calificándolas de "indecentes" y defendieron la labor histórica" de los gobiernos centristas.

Aznar constató ayer ante los presentes en la reunión cele...

El PP que sueña José María Aznar para llegar a La Moncloa es heredero directo de la Unión de Centro Democrático (UCD). No en vano algunos de los colaboradores que más le influyen proceden de aquel partido. Los ataques a la UCD, por tanto, los toma como propios. Ayer, varios dirigentes populares presentes en la comisión permanente, ex altos cargos en la época de Adolfo Suárez, salieron al paso de las últimas andanadas procedentes del PSOE calificándolas de "indecentes" y defendieron la labor histórica" de los gobiernos centristas.

Aznar constató ayer ante los presentes en la reunión celebrada en Madrid por la comisión permanente del partido -la dirección más los presidentes regionales- que el PSOE está intentando salvar su situación de descrédito por los continuos escándalos que convulsionan la vida política es pañola con una nueva estrategia de "demolición de la labor histórica de la UCD en la transición y los primeros años de los gobiernos, democráticos".La intervención de Aznar fue inequívoca, pero mucho más gruesas fueron las palabras utilizadas por otros dos dirigentes del partido provinientes de UCD como Gabriel Cisneros, ponente constitucional, y Jaime Ignacio del Burgo, presidente en aquellos años dé la Diputación Foral de Navarra. Hubo quien llegó a adjetivar esa estrategia socialista como "indecente".

Un portavoz del PP se permitió incluso acusar al PSOE de "utilizar los fondos reservados, para intentar demoler y dinamitar la labor histórica de UCD". Esa acusación se relaciona en el PP con la información publicada. ayer en El Mundo según la cual. Emilio Jambrina, hombre de confianza del general y director del CESID, Luis Alonso Manglano, convocó el pasado 3 de febrero a nueve antiguos miembros de los servicios especiales de la Guardia Civil para ofrecerles dinero y refugio a cambio de que atribuyesen a UCD la creación de los GAL y vincularan sus actividades con las del Batallón Vasco Español.

En el PP se concedió ayer veracidad a esta información y se solicitó la comparecencia de Manglano en el Congreso de los Diputados para que justifique esa actuación. Además, se mantiene la petición de que Felipe González comparezca también para dar datos más generales sobre el uso de los fondos reservados.

El director general del Centro Superior de Información de la Defensa (CESID), Luis Alonso Manglano, aseguró ayer que la información es "absolutamente falsa". En el desmentido precisó que tampoco es cierto que su colaborador Jambrina haya asistido a la mencionada reunión.

Izquierda Unida, a través de su diputado Antonio Romero, reclamó por su parte la intervención en este asunto del fiscal general del Estado, Carlos Granados. Romero añadió a la solicitud de comparecencia de Manglano la del vicepresidente del Gobierno, Narcis Serra.

Aznar, al margen de estos hechos más actuales, aprovechó la cita de ayer con la cúpula de su partido para justificar su intervención en el debate del estado de la nación, de la que admitió que pudo resultar decepcionante "en la forma, pero no en el fondo".

Aznar mantiene que lo importante tras el debate se resume en saber si las interrogaciones claves que desarrolló en su discuso siguen vigentes dos semanas después. Es decir, "¿los argumentos planteados son sólidos?, ¿los hechos han modificado algo lo que dije?", se preguntó ante sus compañeros de partido. El presidente del PP opina que la realidad ha ratificado sus planteamientos y, por tanto, afirma que en las mismas circunstancias volvería a pronunciar el mismo discurso "de fondo".

Porque Aznar, al final, ha admitido que algunos de los que le han criticado tenían razón. Aunque, según su opinión, aquel debate no ha servido para resolver nada "porque los problemas no están residenciados hoy en el Parlamento sino en la Audiencia Nacional".

Sin embargo, en la propia permanente de ayer hubo voces discordantes con dos actuaciones recientes de Aznar. Hubo quien le reprochó que se hubiese prestado a mantener una entrevista en secreto con González, vistos los antecedentes frustrantes para el PP de ese tipo de citas. Otro dirigente cuestionó la oportunidad de ofrecer en el debate del estado de la nación seis puntos de acuerdo posible con el PSOE en base a la convocatoria anticipada de elecciones.