Los andaluces menores de 25 años sienten más respeto a los deportistas que por los dirigentes políticos

Los jóvenes andaluces de entre 16 y 25 años tienen una elevada desconfianza hacia la clase política, hasta el extremo de que respetan mas- a un deportista (49%) que a un político (32%), pero esa actitud de recelo no se traduce, sin embargo, en un sentimiento de ineficacia de la práctica democrática. Por el contrario, la inmensa mayoría de ellos (ocho de cada diez) manifiesta que la forma de solucionar los conflictos políticos es votando. Así se desprende de una encuesta de 800 entrevistas encargada a Demoscopia por El País Andalucía.La gran mayoría de los jóvenes andaluces (74%) manifie...

Los jóvenes andaluces de entre 16 y 25 años tienen una elevada desconfianza hacia la clase política, hasta el extremo de que respetan mas- a un deportista (49%) que a un político (32%), pero esa actitud de recelo no se traduce, sin embargo, en un sentimiento de ineficacia de la práctica democrática. Por el contrario, la inmensa mayoría de ellos (ocho de cada diez) manifiesta que la forma de solucionar los conflictos políticos es votando. Así se desprende de una encuesta de 800 entrevistas encargada a Demoscopia por El País Andalucía.La gran mayoría de los jóvenes andaluces (74%) manifiesta sentirse poco o nada interesada por la política. Sólo un 25% afirma que sí le interesa (mucho, un 7%, y bastante, un 18%). Además se aprecian diferencias sensibles: los de clases sociales más altas manifiestan un interés por encima de la media (42%).

El desinterés dominante tiene traducciones muy llamativas, como que uno de cada cinco entrevistados diga no conocer ni un solo nombre de un político de la región, porcentaje que alcanza al 33% entre los estratos sociales más bajos. La indiferencia es sentida como recíproca, puesto que el 63% de los jóvenes cree que la clase política no se preocupa por los problemas juveniles.

La opinión sobre los políticos andaluces es más negativa que positiva. Si bien el 52% expresa una opinión desfavorable, es significativo que el 32% se sitúe en el polo opuesto. Geográficamente, los más favorables hacia los políticos de su región son los cordobeses (42%) y jiennenses (43%), y los más desfavorables, los malagueños y los sevillanos.

Por lo que se refiere a la situación laboral, los datos hablan de una tasa de ocupación baja (21% del total de la población juvenil estudiada). Sin embargo, lo más llamativo sería casi la elevada tasa de estudiantes: tres cuartas partes de los menores de 21 años y más de un tercio de los comprendidos entre 21 y 25 años.

Es importante el grupo de quienes tienen esa edad y están en paro o buscan su primer empleo (cerca del 28%). Más de la mitad (53%) de los jóvenes encuestados que no trabajan piensan que sus posibilidades de encontrar empleo cuando lo necesiten son nulas Son pesimistas, ante todo, sobre la posibilidad de conseguir un trabajo fijo. Pese a todo, un 96% da mucha o bastante importancia a la estabilidad laboral.

Las expectativas finales de los jóvenes acerca de su vida laboral no son, sin embargo, tan negativas como pudiera deducirse. Un 48% de los encuestados espera, pese a todo, que su vida laboral sea mejor que la de su padre, frente a un 19% que cree que será peor.

Según la encuesta, un 12% de los jóvenes andaluces ha consumido alguna vez drogas. La respuesta afirmativa se concentra fuertemente en torno a los hombres (21%) y los entrevistados que residen en ciudades de más de 500.000 habitantes (22%); es decir, Málaga y Sevilla.