LA JOYA DE LA CORONA

La Casa Real noruega se vio sacudida estos días por un robo que, aunque fue cometido en Londres, afecta directamente. a la reina Sonia: su joya preferida, una tiara adornada con perlas y diamantes, formó parte del botín que expertos ladrones perpetraron en la conocida firma Garrard de Londres, donde se encontraba ocasionalmente depositada para una reparación y lista para ser transportada a Oslo. Los siempre imprevisibles ladrones se anticiparon al traslado y en lugar de en la cabeza de la reina la tiara fue depositada en una bolsa hacia un destino desconocido. Según el director de Garra...

La Casa Real noruega se vio sacudida estos días por un robo que, aunque fue cometido en Londres, afecta directamente. a la reina Sonia: su joya preferida, una tiara adornada con perlas y diamantes, formó parte del botín que expertos ladrones perpetraron en la conocida firma Garrard de Londres, donde se encontraba ocasionalmente depositada para una reparación y lista para ser transportada a Oslo. Los siempre imprevisibles ladrones se anticiparon al traslado y en lugar de en la cabeza de la reina la tiara fue depositada en una bolsa hacia un destino desconocido. Según el director de Garrard, Richard Jarvis, los ladrones sufrirán una desilusión, pues la joya vale sólo unos 60 millones de pesetas. Aunque otras fuentes estiman el valor en el doble, es su significado afectivo e histórico lo que conmueve a la Casa Real y a los noruegos. Aparte de ser usada frecuentemente por la reina Sonia en acontecimientos oficiales, la tiara adornó la cabeza de la reina Maud cuando contrajo matrimonio en 1906 con Hakon VII.-