Exteriores crea una célula para defender en la UE las candidaturas españolas

El Ministerio de Asuntos Exteriores ha creado una célula, que se reunió anoche por primera vez, encargada de fomentar las candidaturas de españoles a los altos cargos vacantes en instituciones comunitarias en las que, en general, están poco representados. La célula está integrada por un subsecretario, un embajador y varios directores generales, así como por altos cargos españoles en instituciones de la Unión Europea (UE) cuyos puestos exactos no han sido re velados porque, teóricamente, son funcionarios de organizaciones supranacionales y no pueden colaborar con el Gobierno español en esta tar...

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El Ministerio de Asuntos Exteriores ha creado una célula, que se reunió anoche por primera vez, encargada de fomentar las candidaturas de españoles a los altos cargos vacantes en instituciones comunitarias en las que, en general, están poco representados. La célula está integrada por un subsecretario, un embajador y varios directores generales, así como por altos cargos españoles en instituciones de la Unión Europea (UE) cuyos puestos exactos no han sido re velados porque, teóricamente, son funcionarios de organizaciones supranacionales y no pueden colaborar con el Gobierno español en esta tarea. Todos se reunirán una vez al mes. Otros Estados comunitarios disponen de un mecanismo para promover a sus ciudadanos a puestos vacantes de alto nivel. Dirigido por Roberto Dorado, director del gabinete del presidente Felipe González, España también lo tuvo, durante los dos primeros años de su ingreso, pero dejó de funcionar a finales del decenio pasado. Cuando en la primavera de 1991 tuvo acceso a la vicepresidencia, Narcís Serra quiso asumir esa competencia, pero nunca la ejerció.

La célula recién creada ahora tiene dos problemas para ser eficaz, según fuentes diplomáticas. En primer lugar, los puestos que aspira a cubrir son ocupados no sólo por diplomáticos, sino también por funcionarios procedentes de otros sectores de la Administración. Mientras no esté colocada bajo la autoridad de la Presidencia del Gobierno, que zanje los conflictos interministeriales, y estén representados en ella funcionarios de otros departamentos difícilmente podrá llevar a cabo su cometido.

En segundo término, la célula sólo abarca las instituciones comunitarias e ignora las demás (ONU, OCDE, OMC, UEO, OTAN....) en que España cuenta con funcionarios. Una mayor movilidad de los españoles destinados en organismos internacionales permitiría disponer con más frecuencia de funcionarios con el perfil adecuado para desempeñar cargos de más alto nivel en otras organizaciones.

Un ejemplo de la ineficacia española para cubrir la cuota de altos cargos que le corresponde en la UE. España, tiene derecho a dos directores generales en la Comisión Europea, pero desde hace 22 meses sólo cuenta con uno. En abril de 1993 dimitió Segismundo Crespo, que, como responsable de Asuntos Sociales, administraba un presupuesto de 600.000 millones, de los que la quinta parte es otorgada a España. Desde entonces su puesto está vacante. Austria, Suecia y Finlandia, los nuevos socios, lo reivindican.

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