El primer ministro bosnio lanza un ultimátum a Karadzic

El primer ministro de Bosnia-Herzegovina, Haris Silajdzic, planteo ayer en Washington que las grandes potencias, lancen un ultimátum de tres meses al líder serbio-bosnio, Radovan Karadzic, para que acepte el plan de paz del grupo de contacro (Alemania, Francia, Reino Unido, Rusia y EE UU). "En caso contrario [el Gobierno de Sarajevo] exigiría el levantamiento del embargo internacional de armas", afirmó Silajdzic.Por su parte, el presidente croata, Franjo Tudjman, recibió ayer de los mediadores internacionales un proyecto destinado a acabar con cuatro años de conflicto entre el Gobierno de Zagr...

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El primer ministro de Bosnia-Herzegovina, Haris Silajdzic, planteo ayer en Washington que las grandes potencias, lancen un ultimátum de tres meses al líder serbio-bosnio, Radovan Karadzic, para que acepte el plan de paz del grupo de contacro (Alemania, Francia, Reino Unido, Rusia y EE UU). "En caso contrario [el Gobierno de Sarajevo] exigiría el levantamiento del embargo internacional de armas", afirmó Silajdzic.Por su parte, el presidente croata, Franjo Tudjman, recibió ayer de los mediadores internacionales un proyecto destinado a acabar con cuatro años de conflicto entre el Gobierno de Zagreb y la minoría rebelde serbia que ocupa la Krajina. El plan, entregado en nombre de la Unión Europea por el embajador francés y trasladado también a Knin, la capital de los ultranacionalistas serbios en Croacia, pretende ser una base negociadora.

Los dirigentes serbios de la región de Krajina rechazaron examinar anoche el plan de paz internacional "mientras no se aclare la situación de las fuerzas de la ONU" en la zona.

Redactado por el denominado grupo Zagreb-4 (Naciones Unidas, EE UU Rusia y UE), el proyecto pretende ser el eslabón final en el proceso pacificador iniciado tras la guerra de 1991, en la que los serbios ocuparon un tercio de Croacia. Su redacción ha sido acelerada tras el anuncio por el presidente Tudjman de que no renovará, por ineficaz, el mandato a los 14.000 cascos azules destacados en su país para garantizar la vuelta de la Krajina a Croacia.

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