Los 'escuadrones de la muerte' siguen a pleno rendimiento en Guatemala
La guerra de 34 años entre el Gobierno y la guerrilla guatemalteca y las graves desigualdades sociales "con cambios importantes en las condiciones materiales negativas en el campo económico y social y la subsistencia de una sociedad fundada en la cultura de la violencia", fueron señaladas por el Defensor del Pueblo, Jorge Mario García Laguardia, como las causas de que en este país centroamericano se sigan violando los derechos humanos "como en el pasado". El año pasado se denunciaron 287 muertes extrajudiciales, la mayoría de ellas obra de escuadrones de la muerte.
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La guerra de 34 años entre el Gobierno y la guerrilla guatemalteca y las graves desigualdades sociales "con cambios importantes en las condiciones materiales negativas en el campo económico y social y la subsistencia de una sociedad fundada en la cultura de la violencia", fueron señaladas por el Defensor del Pueblo, Jorge Mario García Laguardia, como las causas de que en este país centroamericano se sigan violando los derechos humanos "como en el pasado". El año pasado se denunciaron 287 muertes extrajudiciales, la mayoría de ellas obra de escuadrones de la muerte.
En su informe anual ante el Congreso de la República, García Laguardia precisó que a lo largo de 1994 la oficina del Defensor del Pueblo tramitó 14.156 denuncias, entre las, que destacó 287 muertes extrajudiciales (cadáveres encontrados al borde de los caminos con señales de tortura y tiros de gracia), 176 por abuso de autoridad, 18 denuncias de tortura y 47 de problemas relacionados con las Patrullas de Autodefensa Civil, en su mayoría integradas por campesinos analfabetos. Todo esto, bajo la presidencia de su predecesor en el cargo, Ramiro de León Carpio.
En el campo de los derechos sociales, el Defensor del Pueblo informó de que el apartado más afectado fue el del derecho al trabajo, en el que se tramitaron 36 denuncias presentadas por los sindicatos, 112 de forma individual y 10 más por sectores de jubilados a quienes les niegan las prestaciones legales.
"No es reconfortante que tengamos que insistir en lo dicho en informes anteriores, pero existe la falta de respeto a la vida, la dignidad, la integridad y la seguridad de las personas y, no obstante los esfuerzos realizados por algunas instituciones, éstos no han sido suficientes para modificar la situación en forma significativa", expresó el Defensor del Pueblo en el Parlamento.
García Laguardia insistió en que la firma de la paz entre el Gobierno y la guerrilla "es necesaria ya", toda vez que la guerra es el pretexto o razón para que un régimen democrático no se consolide en Guatemala.