El cine Bilbao prepara su reapertura dos años después de la tragedia

Ayer se cumplieron dos años del derrumbe de la marquesina del cine Bilbao. Este accidente segó las vidas de seis personas que hacían cola para entrar a la sesión de tarde de la película Una monja de cuidado. Otras 11 resultaron gravemente heridas. El local ha permanecido cerrado desde entonces y rodeado de vallas. Hasta ayer. Coincidiendo con el aniversario de la tragedia, el cine mostraba por primera vez su nuevo rostro: cara lavada, una resistente marquesina de acero -la que se derrumbó estaba corroída, según los informes municipales elaborados después- y un nuevo nombre, Bristol,...

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Ayer se cumplieron dos años del derrumbe de la marquesina del cine Bilbao. Este accidente segó las vidas de seis personas que hacían cola para entrar a la sesión de tarde de la película Una monja de cuidado. Otras 11 resultaron gravemente heridas. El local ha permanecido cerrado desde entonces y rodeado de vallas. Hasta ayer. Coincidiendo con el aniversario de la tragedia, el cine mostraba por primera vez su nuevo rostro: cara lavada, una resistente marquesina de acero -la que se derrumbó estaba corroída, según los informes municipales elaborados después- y un nuevo nombre, Bristol, para alejar los fantasmas del accidente.Olvidar, sin embargo, para los alumnos del colegio La Salle San Rafael, en Chamberí, no resulta tan fácil. "Para Alfredo", rezaba un pequeño cartel garabateado en bolígrafo, colocado ayer por la mañana a las puertas del cine recién rehabilitado. Junto a la misiva, apoyados en la fachada, se contaban docenas de ramilletes de flores, claveles y, tres cirios rojos encendidos.

El derrumbe de la marquesina afectó de manera especial a la familia de Alfredo Moreras Sanz. El niño, que tenía 10 años en el momento del accidente, fue al cine esa tarde con sus padres y su hermana.

Nueva actividad

La marquesina se llevó por delante al pequeño, a su padre, Alfredo Morera Espinosa, de 46 años, e hirió gravemente en una pierna a su madre, Montserrat Sanz, actualmente de 41 años. La hija, Susana, contempló horrorizada la escena.

Montserrat Sanz era profesora de Ciencias Naturales en el colegio La Salle San-Rafael, donde también recibía, clase su hijo Alfredo. Sanz no ha vuelto a trabajar al centro. Los compañeros del niño pusieron ayer las flores.

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La actividad en el cine reconvertido' en varias salas no se hará esperar. Cuando todavía no se había cumplido un año del suceso, el Ayuntamiento concedió licencia para rehabilitar y dividir la sala en dos minicines que podrán albergar 500 espectadores, según informó en diciembre de 1993 el responsable de la empresa propietaria -Bilbao, SA-, Cirilo Talavera. La compañía anunció posteriormente la construcción en el mismo edificio de un pequeño centro comercial.

La obra de reforma, a cargo de la constructora Agromán, ha superado los 200 millones. La concejal presidenta de la Junta de Chamberí, Mercedes de la Merced, declaró ayer que sabe, por comentarios de los familiares, que el proceso judicial que se inició tras el accidente "va muy lento; aún no ha terminado la fase de instrucción".

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