El viceprimer ruso reduce el efecto económico de la guerra chechena

Anatoly Chubais, viceprimer ministro de Rusia, hizo ayer un gran esfuerzo por convencer a la comunidad financiera internacional reunida en Davos (Suiza) de que el conflicto checheno tendrá un impacto escaso y concentrado en el corto plazo sobre la economía rusa. Chubais representa a Rusia en este foro económico, con un objetivo: asegurar a los inversores occidentales, en. nombre de Borís Yeltsin, que las reformas económicas siguen adelante. El mejor ejemplo, dijo, es la reciente destitución del responsable de la política de privatizaciones, VIadimir Polevánov, que pretendía retroceder en e...

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Anatoly Chubais, viceprimer ministro de Rusia, hizo ayer un gran esfuerzo por convencer a la comunidad financiera internacional reunida en Davos (Suiza) de que el conflicto checheno tendrá un impacto escaso y concentrado en el corto plazo sobre la economía rusa. Chubais representa a Rusia en este foro económico, con un objetivo: asegurar a los inversores occidentales, en. nombre de Borís Yeltsin, que las reformas económicas siguen adelante. El mejor ejemplo, dijo, es la reciente destitución del responsable de la política de privatizaciones, VIadimir Polevánov, que pretendía retroceder en este proceso con la nacionalización de empresas que ya habían sido privatizadas.Chubais ni siquiera mencionó el conflicto de Chechenia en su intervención ante un grupo de periodistas para explicar la situación económica rusa. Su misión, al igual que la del ministro de Finanzas, Yevgeny Yasin, es restablecer la credibilidad de los inversores occidentales en las reformas rusas.

El viceprimer ministro dibujó un panorama optimista de la economía rusa. Destacó la reforma del sector petrolífero, con el abandono de las cuotas y las licencias, la aprobación anteayer en el Parlamento ruso del presupuesto para. 1995 y el compromiso de Yeltsin con seguir adelante con las reformas institucionales. Chubais confía que todo este conjunto de medidas sirva para culminar las negociaciones entre Moscú y el Fondo Monetario Internacional (FMI) y, así, que Rusia pueda disponer de una línea de crédito por valor de 6.250 millones de dólares (830.000 millones de pesetas). El presupuesto ruso está elaborado en función de este préstamo y, de no concretarse, podría tener graves consecuencias.

El pesimismó de Yaviinski

Grigori Yavlinski, líder del partido de la oposición Yabloko, fue menos complaciente con las cifras. En su opinión, la guerra en Chechenia tendrá un coste aproximado de 3 billones de rublos (unos 100.000 millones de pesetas) si el conflicto continúa en 1995. Las expectativas de inflación inducidas por la guerra, según YavIinski, harán que el rublo siga cayendo esta semana cotizó por encima de las 4.000 unidades/ dólar-, caída, que a su vez, acentuará la inflación y hará peligrar las reformas.

Chubais cree que el impacto de "la campaña chechena" podría asumirse en breve plazo, a mediados de febrero. Cifró en un 1% del producto interior bruto (PIB) ruso el coste de la guerra y, aunque reconoció que tendrá un impacto negativo en los precios, aseguró que la inflación estaría controlada en el corto plazo. Sobre la crisis del rublo, provocada por las expectativas inflacionistas, el viceprimer ministro cree que ésta ha sido superada "gracias a la contundente intervención del banco central ruso", apoyo que es inútil a la hora de hacer frente a la especulación.

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