Los forenses afirman que el 'loco del chándal' está plenamente cuerdo

Juicio a Manuel González, acusado de matar a una mujer y apuñalar a otras 15

Con arrogancia, decisión y bastante chulería, Manuel González González, conocido como el loco del chándal, negó ayer ante un tribunal de Barcelona las múltiples evidencias que le señalan como autor de la muerte de una mujer y de las agresiones que sufrieron otras 15. Según él, todo es "un montaje policial". A pesar del mote con el que ya es conocido, los informes periciales afirman que está plenamente cuerdo y que cuando mató a una mujer y apuñaló a otras 15 actuaba con pleno conocimiento.

González está acusado de un asesinato, lesiones y varios homicidios frustrados. La fiscal pide par...

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Con arrogancia, decisión y bastante chulería, Manuel González González, conocido como el loco del chándal, negó ayer ante un tribunal de Barcelona las múltiples evidencias que le señalan como autor de la muerte de una mujer y de las agresiones que sufrieron otras 15. Según él, todo es "un montaje policial". A pesar del mote con el que ya es conocido, los informes periciales afirman que está plenamente cuerdo y que cuando mató a una mujer y apuñaló a otras 15 actuaba con pleno conocimiento.

González está acusado de un asesinato, lesiones y varios homicidios frustrados. La fiscal pide para él 160 años de prisión. Las agresiones se produjeron entre 1991 y 1993, y todas con el mismo sistema: una puñalada en las nalgas. Una de las víctimas, Carmen Díaz Gijón, de 31 años, falleció desangrada por un letal golpe de machete que le seccionó una vena.Todas las víctimas han relatado la misma historia: un hombre vestido con chándal se les acercaba por la espalda, las pinchaba en las nalgas y salía corriendo. El procesado tiene 29 años y está preso tras la muerte de Carmen Díaz, el 19 di septiembre de 1993. Entonces pudo ser identificado al perder unos documentos durante el forcejeo con unos testigos.

Los médicos estuvieron de acuerdo en que el acusado no está loco. Sí tiene, en cambio, un trastorno de la personalidad que le convierte en un "psicópata desalmado": se siente inferior frente a las mujeres y tiene cierta tendencia sádica. Pero todos los forenses coincidieron en que "es capaz de entender el alcance de sus actos".

Ayer se presentó atildado y desafiante ante el tribunal. Pelo corto, americana y corbata, lo primero que salió de su boca cuando le leyeron las acusaciones fue un rotundo "en absoluto, no reconozco nada". Relató ante el tribunal que era carnicero y que le gustaba despiezar la carne; que es aficionado a la caza y que por eso tenía armas blancas en su casa. La policía, al registrar su domicilio tras el arresto, encontró todo un arsenal: cuchillos, navajas, dardos, flechas, una ballesta y un arco. Todo el material estaba expuesto ayer en la sala de vistas. El procesado justificó tanta arma blanca afirmando que le gustaba la cacería. "¿Es que en su casa no tiene cuchillos?", le espetó a uno de los abogados.

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