Cartas al director

Limitación de farmacias

En España existen más de 20.000 farmacéuticos a los que una injusta legislación actual no les permite acceder a lo que debiera ser el libre ejercicio de su profesión. Si tienen la suerte de abandonar las listas del paro, no les queda otro remedio que subcontratarse para otros compañeros que cuentan con los méritos de haber heredado una farmacia o de disponer del orden de 100 millones para comprarla. El propietario delega en ellos todo el trabajo y la responsabilidad, pasando a ser poseedor de un cómodo y lucrativo negocio en donde no tiene ni por qué aparecer. La limitación de las farm...

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En España existen más de 20.000 farmacéuticos a los que una injusta legislación actual no les permite acceder a lo que debiera ser el libre ejercicio de su profesión. Si tienen la suerte de abandonar las listas del paro, no les queda otro remedio que subcontratarse para otros compañeros que cuentan con los méritos de haber heredado una farmacia o de disponer del orden de 100 millones para comprarla. El propietario delega en ellos todo el trabajo y la responsabilidad, pasando a ser poseedor de un cómodo y lucrativo negocio en donde no tiene ni por qué aparecer. La limitación de las farmacias incumple la Ley 14/1986 General de Sanidad, en cuanto textualmente reconoce el ejercicio libre de las profesiones sanitarias y la libertad de empresa en el mismo sector, conforme a los artículos 35, 36 y 38 de la Constitución. Siendo esta limitación basada en el número de habitantes, no busca un mejor servicio público, sino una gran y segura rentabilidad, cosa que evidentemente sí ha conseguido atendiendo al precio que piden por ellas.Es rigurosamente falso que la liberalización de las farmacias implique un mayor gasto público y un peor servicio, ya que ni obliga a los médicos a recetar más ni nunca un monopolio ha traído ventaja alguna. Por el contrario, la libre competencia colocaría a cada farmacéutica en el lugar que justamente le corresponda, sin obligar a que unos trabajen para otros privilegiados que, al no tener sus clientes fijos, ofrecerían una mejora en calidad, profesionalidad y costes para, atraerlos.-

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