Cartas al director

Chechenia

Borís Yeltsin y su grupo de imperíalistas (fascistas y neoestalinístas) están muy contentos. Con la ayuda de los tanques y la sangre de la población civil han conseguido restablecer "el orden constitucional" en Chechenia. Este nuevo episodio de terrorismo jacobino, ahora en el Cáucaso, ha sorprendido, como de costumbre, fuera de juego a la frágil diplomacia comunitaria y a la inoperante Alianza Atlántica. Y claro está, una vez más, los grandes defensores retóricos de la libertad y la democracia son cómplices (por pasiva) de que la bota militarista de la razón de la fuerza se haya impuesto brut...

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Borís Yeltsin y su grupo de imperíalistas (fascistas y neoestalinístas) están muy contentos. Con la ayuda de los tanques y la sangre de la población civil han conseguido restablecer "el orden constitucional" en Chechenia. Este nuevo episodio de terrorismo jacobino, ahora en el Cáucaso, ha sorprendido, como de costumbre, fuera de juego a la frágil diplomacia comunitaria y a la inoperante Alianza Atlántica. Y claro está, una vez más, los grandes defensores retóricos de la libertad y la democracia son cómplices (por pasiva) de que la bota militarista de la razón de la fuerza se haya impuesto brutalmente por encima de los derechos humanos y los de los pueblos. Así, se puede afirmar que de la irresponsabilidad y de la miopía de Occidente puede obtenerse una segunda Bosnia, con la complicación añadida de que en esta región hay muchas armas nucleares descontroladas y un fundamentalismo islámico reforzado que va culpar a toda Europa de las criminales hazañas bélicas del actual poder ruso.- Josep M. Loste Romero.

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