Iberia
Hace tiempo que desistí de intentar entender la economía neoliberal que se está aplicando en el final del siglo XX. Pero, hay cosas que no dejan de parecerme algo así como la "conjunción más abigarrada de clamorosas contradicciones" a que hacía referencia Marx.Hay una compañía (Iberia) con pérdidas abundantísimas. Para frenar el déficit y lograr la viabilidad de futuro de la misma, el primer paso es vender aquellas partes de la compañía que obtienen beneficios, esto es, aquellas que ayudan a rebajar el déficit.
En segundo lugar, como una parte del personal (la que más gana) no acept...
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Hace tiempo que desistí de intentar entender la economía neoliberal que se está aplicando en el final del siglo XX. Pero, hay cosas que no dejan de parecerme algo así como la "conjunción más abigarrada de clamorosas contradicciones" a que hacía referencia Marx.Hay una compañía (Iberia) con pérdidas abundantísimas. Para frenar el déficit y lograr la viabilidad de futuro de la misma, el primer paso es vender aquellas partes de la compañía que obtienen beneficios, esto es, aquellas que ayudan a rebajar el déficit.
En segundo lugar, como una parte del personal (la que más gana) no acepta un plan de viabilidad pactadó con los sindicatos generalistas -que se supone que iba a conseguir que Iberia no quebrase-, la compañía decide aplicar el denominado "plan B", que llevará a la calle a multitud de trabajadores (los que menos posibilidades tienen de recolocación, los no pilotos) y que son los representados por los sindicatos que han aceptado ese "plan A".
En tercer lugar, aquellos que con una política absurda de expansión y una penosa gestión han logrado llevar a Iberia a esta situación permanecen en sus puestos de trabajo, aplicando una reducción masiva del número de trabajadores, que, a la larga, sin comerlo ni beberlo, acaban siendo siempre los responsables de todo y los que pagan las ineptitudes ajenas.-