Boicoteo a un 'ertzaina'

La presión de los radicales oblíga a un policía vasco a dejar su club de remo

José, un joven ertzaina destinado en Guipúzcoa, ha tenido que abandonar sus entrenamientos en la trainera Donibaneko, de Pasaia de San Juan (Guipúzcoa), por los insultos y amenazas que recibió de personas vinculadas a la izquierda radical vasca. En el suelo y en las paredes de los vestuarios del club de remo aparecieron la semana pasada pintadas en las que se leía "Zipaio, kanpora" ("Fuera, cipayo"). Tras estos incidentes, José ha tirado el remo y ha decidido abandonar la práctica de este deporte, sumido en la "decepción" que le ha provocado el rechazo de un grupo de vecinos del ...

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte

José, un joven ertzaina destinado en Guipúzcoa, ha tenido que abandonar sus entrenamientos en la trainera Donibaneko, de Pasaia de San Juan (Guipúzcoa), por los insultos y amenazas que recibió de personas vinculadas a la izquierda radical vasca. En el suelo y en las paredes de los vestuarios del club de remo aparecieron la semana pasada pintadas en las que se leía "Zipaio, kanpora" ("Fuera, cipayo"). Tras estos incidentes, José ha tirado el remo y ha decidido abandonar la práctica de este deporte, sumido en la "decepción" que le ha provocado el rechazo de un grupo de vecinos del pueblo.El hecho ha sido denunciado públicamente por uno de los remeros del club Donibaneko Arraunlariak, Aitor Ibarzábal, que ha manifestado su "estupor y malestar" por la discriminación de su compañero. "Es una injusticia que a alguien se le discrimine o rechace por la profesión que desempeña. Se ha tenido que marchar por cuatro personas, pero no podemos seguir callando", indica. Ibarzábal critica la actitud "pasiva" que ha mantenido la directiva del club, cuyo presidente, Ramón Aznar, convocó ayer una reunión para abordar este "delicado" asunto.

El agente vasco, del que sus compañeros de remo tan sólo conocen su nombre de pila debido a que era de fuera del pueblo y llevaba sólo un mes en el club, comenzó los entrenamientos en Donibaneko al iniciarse la temporada, el 2 de noviembre. Nada más conocerse la profesión del nuevo remero, un reducido grupo de personas, según recalca Ibarzábal, comenzó a acosarle y a sembrar dudas sobre las verdaderas intenciones del joven bogador. Los extremistas pronunciaron frases como "es un zipaío, y seguro que viene a espiar" o "ése no es una persona: es un cuerpo represivo".

Las personas que manifestaron su rechazo a que el ertzaina continuase remando en Donibaneko le amenazaron con llevar pancartas y convocar una manifestación en el pueblo en contra de él si continuaba entrenándose en ese club.

Ibarzábal afirma que este tipo de hechos sólo los realiza gente que, "desde su ignorancia, practica el ostracismo y la dictadura porque sí". La plataforma de la Ertzaintza Hemen Gaude ha advertido a todas las personas vinculadas con la izquierda abertzale que, a pesar de sus amenazas, no van a conseguir aislar a los ertzainas de la sociedad. "Ese tipo de acciones que practican algunos son repuIsivas, pero no van a conseguir que nos sintamos marginados", indica.

El sindicato ELA-Ertzaintza ha tachado la situación de su compañero de "persecución mediante actitudes fascistas". En el club Donibaneko Arraunlariak hay alrededor de cuarenta remeros y la junta directiva está formada por diez personas, según explicó el presidente, Ramón Aznar. El municipio de Pasaia, compuesto por los pueblos de San Juan, San Pedro y Anuo, está gobernado por Herri Batasuna, formación política que en las últimas elecciones autonómicas obtuvo unos ochocientos votos más que el siguiente partido.

Sobre la firma

Archivado En