Dimite el primer ministro libanés por su dudosa gestión en la reconstrucción del país

El Primer ministro de Líbano, Rafik Hariri, presentó el jueves con carácter irrevocable su dimisión al presidente Elías Haraui, tras una reunión del Consejo de Ministros en la que fue cuestionada su gestión en la reconstrucción del país, que vivió una destructora y sangrienta guerra civil entre 1975 y 1990. Hariri había encontrado la oposición del presidente del Parlamento, Nabí Berri, un shií prosirio, y de los ministros más cercanos al Gobierno, de Damasco que mantiene un contingente militar de 35.000 hombres en territorio libanés.

Hariri, un suní multimillonario, de 48 años que h...

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El Primer ministro de Líbano, Rafik Hariri, presentó el jueves con carácter irrevocable su dimisión al presidente Elías Haraui, tras una reunión del Consejo de Ministros en la que fue cuestionada su gestión en la reconstrucción del país, que vivió una destructora y sangrienta guerra civil entre 1975 y 1990. Hariri había encontrado la oposición del presidente del Parlamento, Nabí Berri, un shií prosirio, y de los ministros más cercanos al Gobierno, de Damasco que mantiene un contingente militar de 35.000 hombres en territorio libanés.

Hariri, un suní multimillonario, de 48 años que hizo fortuna en Arabia Saudí y que había permanecido al margen de la guerra civil libanesa, fue nombrado jefe del Gobierno en octubre de 1992 y utilizó como bandera de su gestión la reconstrucción del Líbano desangrado y devastado por la guerra civil.La implicación en las tareas de reconstrucción de Beirut de la empresa Solidere, propiedad de Hariri, había levantado suspicacias sobre su gestión por considerar que iba destinada a su enriquecimiento personal. Esas críticas tuvieron su detonante el jueves en la discusión del Consejo de Ministros sobre las obras de acondicionamiento del hotel San Jorge, uno de los símbolos del floreciente pasado libanés. Ante las reticencias de varios ministros -uno de ellos le acusó de haber comprado el 70% de las acciones del hotel-, Hariri decidió presentar su dimisión. Esta fue rechazada por el presidente Haraui, lo que no impidió que Hariri la ratificase con carácter irrevocable.

Los problemas de Hariri al frente del Gobierno no son nuevos. En mayo pasado, el dimisionario primer ministro había suspendido sus actividades al frente del Gobierno durante una semana por sus diferencias con el presidente Haraui sobre la reorganización del Gobierno. Las presiones de Damasco le obligaron a reanudar su trabajo. Por otro lado, el Parlamento le había impuesto una liberalización de los servicios de información en los medios de comunicación audiovisuales. Hariri tiene previsto viajar hoy a Damasco y ha anulado su visita a China.

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