La Asociación contra la Tortura presenta una querella criminal contra guardias civiles de Colmenar Viejo
La Asociación contra la Tortura en España presentó ayer, a primera hora de la mañana, una querella criminal de acción popular en el Juzgado de Instrucción de Colmenar Viejo "contra los agentes de la guardia civil destinados en el acuartelamiento de Colmenar y cualquier otra persona que pudiera resultar responsable de los hechos que pudieran ser constitutivos de los delitos de tortura y detención ilegal". La asociación corrobora así las declaraciones en el juzgado de guardia efectuadas por los tres jóvenes que afirmaron recibir malos tratos y vejaciones durante su detención en el cuartel de la ...
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La Asociación contra la Tortura en España presentó ayer, a primera hora de la mañana, una querella criminal de acción popular en el Juzgado de Instrucción de Colmenar Viejo "contra los agentes de la guardia civil destinados en el acuartelamiento de Colmenar y cualquier otra persona que pudiera resultar responsable de los hechos que pudieran ser constitutivos de los delitos de tortura y detención ilegal". La asociación corrobora así las declaraciones en el juzgado de guardia efectuadas por los tres jóvenes que afirmaron recibir malos tratos y vejaciones durante su detención en el cuartel de la Guardia Civil el lunes 24 de octubre.La querella recoge amplios detalles de las torturas propinadas a los detenidos y hace hincapié en los rasgos físicos de al menos ocho guardias civiles. De acuerdo con esas fisonomías, algunos de los 10 o 12 guardias que participaron en las torturas fueron los mismos que intervinieron en la pelea del bar Color el viernes 21 de octubre.
Un guardia civil de 25 a 30 años de edad, entre 1,75 y 1,80 metros de estatura, con acento andaluz, pelo corto de color rubio castaño, gafas y cojera ostensible, acusó en varias ocasiones a los detenidos de haberles agredido en el bar y a los tres les torturó física y psicológicamente. Su compañero, de paisano, de 1,70 metros, aproximadamente, complexión fuerte, moreno de piel y cejijunto, ex compañero de uno de los detenidos en las COES, podría ser José Antonio, de apodo El Mono-Mosca. Además del doctor Tricornio ya descrito en anteriores ocasiones, el mismo teniente coronel, según los jóvenes, fue testigo de cómo les agredía El Mono-Mosca.