La 'reina Cristina'

Una mujer revoluciona la comunicación en Francia

La nueva reina Cristina no es sueca, no trabaja en Hollywood ni se la conoce como Greta Garbo, sino que es francesa, periodista de televisión, y se llama Christine Ockrent. Le llaman la reina porque hay en ella una gran capacidad para ir al fondo de las cosas sin torcer nunca el gesto. Es elegante y fría. Sus dominios se limitaban al área televisiva y no eran codiciados tanto por la cantidad de súbditos como por la credibilidad que destilaba su trabajo. Pero desde este mes de octubre, Christine Ockrent compaginará su presencia en programas semanales con la dirección del semanario...

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte

La nueva reina Cristina no es sueca, no trabaja en Hollywood ni se la conoce como Greta Garbo, sino que es francesa, periodista de televisión, y se llama Christine Ockrent. Le llaman la reina porque hay en ella una gran capacidad para ir al fondo de las cosas sin torcer nunca el gesto. Es elegante y fría. Sus dominios se limitaban al área televisiva y no eran codiciados tanto por la cantidad de súbditos como por la credibilidad que destilaba su trabajo. Pero desde este mes de octubre, Christine Ockrent compaginará su presencia en programas semanales con la dirección del semanario L'Express.¿Por qué ha sido elegida para llevar las riendas de L'Express (550.000 ejemplares de media)? Según la presidenta-directora general de la publicación, Françoise Sampermans, "Christine Ockrent tiene notoriedad mediática. Esa fama servirá de reclamo para el gran público". Esta opinión no es, en cambio, compartida por la interesada: "Soy periodista y no hago marketing de imágenes. La imagen de Ockrent como producto en el mercado es algo que no me interesa".

Sampermans lo explicó así al personal: los cambios en el paisaje de los medios -incremento de la audiencia de France Info, remodelaciones de Le Monde o Libération- y el porvenir de los productos multimedia convierten a Ockrent en "la más cualificada para asegurar la complementariedad con la prensa escrita".

Hay otra explicación que va más allá del efecto publicitario que acompaña el fichaje de una vedette de la televisión: L'Express pertenece a Pierre Suard, patrón de Alcatel, un gigante de las telecomunicaciones que ha visto cómo la tercera red de telefonía móvil le era concedida. al grupo cementero Bouygues, que también posee TF-1, el canal de televisión de mayor audiencia en Francia. La TF-1 es gubernamental y balladuriana, y Ockrent, que tiene como compañero sentimental al ex ministro Bernard Kouchner, pasa por simpatizar con los socialistas. Ockrent sería, pues, la carta Delors de Suard, que también posee Le Point, de centro-derecha.

Para que Ockrent haya podido aterrizar en L'Express antes ha habido que limpiar la pista. El anterior director, Yan de l'Ecotais, y los dos jefes de redacción, Jacques Buob y Jacques Espérandieu, recibieron una carta antes de que llegase la reina en la que se les agradecían los servicios prestados.

France-3 ha perdido, pues, la presentadora y directora del mejor telediario que tenía la televisión francesa. Ockrent continuará reinando los martes por la noche, con A la une sur la 3, donde se comenta la actualidad política, de la semana; con Passions de jeunesse, y también con Dimanche soir, un magazine.

Como puede verse, la agenda parece estar muy cargada, y de ahí que en L'Express confíen también en un valido, en Jean Le sieur, director adjunto, para que Christine esté en condiciones de reinar sin tener que gobernar, invirtiendo los sexos del tándem mítico que puso en marcha el semanario: Servan Schreiber y Françoise Giroud.

Archivado En