Cómo alcanzó Greenpeace la cima

20 ecologistas decidieron hace una semana dar el campanazo contra el Banco Mundial

Ya eran bien conocidos, pero ahora han dado el campanazo. Todo estaba preparado desde hacía una semana. Milimétricamente diseñado, pues tienen experiencia en organizar acciones espectaculares. Greenpeace esquivó el martes los aparatosos controles policiales y consiguió desplegar su pancarta reivindicativa en la inauguración oficial de la Asamblea del Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Mundial (BM), en la mismísima coronilla de los reyes españoles.No se llega a la cima de casualidad o en un día. La delegación de Greeripeace que está siguiendo la cumbre financiera de Madri...

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Ya eran bien conocidos, pero ahora han dado el campanazo. Todo estaba preparado desde hacía una semana. Milimétricamente diseñado, pues tienen experiencia en organizar acciones espectaculares. Greenpeace esquivó el martes los aparatosos controles policiales y consiguió desplegar su pancarta reivindicativa en la inauguración oficial de la Asamblea del Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Mundial (BM), en la mismísima coronilla de los reyes españoles.No se llega a la cima de casualidad o en un día. La delegación de Greeripeace que está siguiendo la cumbre financiera de Madrid no es anecdótica: 20 personas; 10 de ellas, especializadas en el FMI y el BM, venidas de Washington, Londres y Amsterdam. Unos saben de teoría y otros de acción. Tenían que hacer algo sonado. Se reunieron, manejaron varias opciones y, al final, apostaron por la más espectacular, pero también la más arriesgada.

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Seis personas consiguieron entrar en el Palacio de Congresos acreditados como periodistas. Sólo dos debían trepar por las paredes. Era su misión. Y la sacaron adelante perfectamente. "No es que tuvieran que escalar cuatro y a dos se lo impidieron los policías como se ha dicho", explica Juan López de Uralde, portavoz de Greenpeace. "Esos dos tenían que quedarse abajo para dejar claro a los policías que quienes estaban trepando eran miembros de Greeripeace, y no terroristas, para evitar una respuesta contundente de la policía".

Quienes alcanzaron el techo en cuestión de segundos son John Desmond, británico de 31 años, y Anthony P. Morris, australiano de 38. Ambos son miembros de Greenpeace y expertos escaladores. "No les hemos contratado para esto; pertenecen a la organización y lo hacen voluntariamente", aclara López de Uralde. Y es que entre los aproximadamente cinco millones de socios con que cuenta Greenpeace en el mundo hay de todo. La organización manejalistas de buceadores, alpinistas artistas, marinos..., que acuden a la llamada para participar en las campañas de protesta.

Desmond y Morris fueron detenidos; ayer, tras prestar declaración en los juzgados de plaza de Castilla, fueron puestos en libertad a última hora. Les caerá una multa de entre 100.000 y 500.000 pesetas.

Steve Kretzmann, miembro de Greenpeace en EE UU, no quiere que salgan malparadas las fuerzas españolas de seguridad: "Fallaron porque estaban pensando en detectar terroristas, armas; no cuerdas y una pancarta que, plegada, ocupa muy poco". López de Uralde aclara cuál era su único blanco: "El FMI y el Banco Mundial. Decirles a todos que con 50 años basta ya de pisotear; y protestar especialmente contra su apoyo a las multinacionales que dañan la capa de ozono".

¿Entraron con las cuerdas atadas a las piernas?

Steve Kretzmann: "Había que entrar y entramos".

¿Y piensan organizar algo similar en lo que queda de reuniones del BM y el FMI?

Juan López de Uralde: "No solemos avisar".

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