El FMI eleva al 3% el crecimiento de España para 1995, superior a la previsión del Gobierno

El Fondo Monetario Internacional (FMI) dio ayer un balón de oxígeno a España al prever un crecimiento económico para el año que viene del 3% -superior en dos décimas al establecido por el Gobierno en el proyecto de ley de los Presupuestos Generales del Estado- y una inflación del 3,2% -inferior en tres décimas al objetivo inicial. El Fondo, que ayer presentó su informe sobre Perspectivas de la economía mundial, pudo por fin dar la buena nueva: La recesión económica global se ha terminado. La economía mundial crecerá este año el 3% y el año que viene el 3,6%."Si no fuera por los déficit,...

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El Fondo Monetario Internacional (FMI) dio ayer un balón de oxígeno a España al prever un crecimiento económico para el año que viene del 3% -superior en dos décimas al establecido por el Gobierno en el proyecto de ley de los Presupuestos Generales del Estado- y una inflación del 3,2% -inferior en tres décimas al objetivo inicial. El Fondo, que ayer presentó su informe sobre Perspectivas de la economía mundial, pudo por fin dar la buena nueva: La recesión económica global se ha terminado. La economía mundial crecerá este año el 3% y el año que viene el 3,6%."Si no fuera por los déficit, hoy en vez de agua estaríamos bebiendo champán", dijo ayer Michael Mussa, director del servicio de estudios del FMI en la presentación del informe. El ritmo de aumento de la economía mundial será el doble que en el periodo 1990-93, pero lo mejor es que se hará sin grandes riesgos de un aumento generalizado de la inflación. Y ello por los amplios márgenes de capacidad productiva sin utilizar que todavía hay en muchos países, y por la prevención que han tenido otros al aumentar sus tipos de interés. Una decisión que el FMI califica de "muy apropiada". "En poco tiempo", advierte el informe, "podría justificarse un nuevo ajuste de las condiciones monetarias [más subidas de tipos], sobre todo si la actividad económica. es mucho más vigorosa de lo que se estima actualmente".

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Ni la alegría de dar por superada la crisis hace olvidar al FMI sus constantes llamamientos en pro de la estabilidad de los precios -"condición necesaria para un crecimiento sostenido de todas las economías"- y de reformas , estructurales que flexibilicen más los mercados. "Igualmente importante", dice, "es la necesidad en muchos países de intensificar las medidas para reducir la absorción del ahorro privado por el sector público a fin de aliviar las presiones sobre los tipos de interés".

En este capítulo España tiene el honor de ser objeto de mención especial. "Es particularmente urgente v necesario", dice "que refuerce el control fiscal para conseguir una mayor credibilidad". Su desequilibrio presupuestario y su historia inflacionista hacen que los mercados empujen al alza los tipos a largo plazo para cubrirse del riesgo de aumento de precios y ello es un peligro para la recuperación. La alta tasa de desempleo española se destaca también en el informe del Fondo, que vuelve a abogar por introducir mayor flexibilidad en el mercado laboral, con medidas como reducir la presión de las cotizaciones sociales en varios países o rebajar los salarios mínimos.

Con todo, España sale bien parada, a excepción del desempleo y el déficit, de las previsiones. En 1995 será un buen año. Crecerá el 3%, más que Estados Unidos, Alemania o Japón, y tanto como el Reino Unido y Francia. Pero lo hará, además, con poca inflación, pese a que aún será superior a la de los países de su entorno.

"La previsión que hace el Fondo del índice de precios al consumo es lo más llamativo" dice José Antonio Herce, del instituto de análisis Fedea, "sobre todo si se tiene en cuenta que los objetivos del Gobierno en precios ya suelen ser voluntariosos y que, encima, la recuperación que prevé el FMI es todavía mayor que la oficial".

Tampoco Carmen Alcaide, del servicio de estudios del BBV, pone dudas al aumento del producto interir bruto (PIB). "Entre el 2,5% y el 3% todo es posible", afirma. "Pero son muy optimistas en pensar en ese crecimiento con esa inflación".

El problema es que muchos analistas españoles piensan que el tirón de las- exportaciones se agotará el año que viene, o al menos se moderará, y que una recuperación de la demanda es casi siempre inflacionista.

Para este año, sin embargo, el FMI es más pesimista que el Gobierno y que muchos analistas.En el informe augura un crecimiento del 1,4% (Mussa en la conferencia de prensa la elevó a un 1,5%) -frente al 1,7% de previsión oficial-, mientras que la estimación sobre el índice de precios al consumo (4,3%) es bastante similar a la del Gobierno. El año finalizará con una tasa de paro del 23,9% de la población activa, que se reducirá al 23,1% en 1995. "Esa tasa", dice el informe, "puede seguir afectando a la confianza de los consumidores y, por tanto, podría dañar la demanda interna".

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