Ryuichi Sakamoto se venga de Bertolucci y se toma una copa con Pedro Almodóvar

El compositor japonés presentó ayer su último disco en un concierto privado

Ryuichi Sakamoto presentó ayer, en un concierto privado que no duró más de veinte minutos, Sweet revenge (Dulce venganza), disco que toma su título de la canción que Sakamoto había compuesto para la banda sonora de la película El pequeño Buda, de Bernardo Bertolucci, y que fue rechazada por el director italiano. El compositor japonés consiguió el oscar precisamente por la banda sonora de una película de Bertolucci: El último emperador. Tras la actuación, Ryuichi Sakamoto se fue de copas con Pedro Almodóvar.

Sakamoto toca el piano en una pequeña sala, pero nadie mira al escenario. Las mi...

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Ryuichi Sakamoto presentó ayer, en un concierto privado que no duró más de veinte minutos, Sweet revenge (Dulce venganza), disco que toma su título de la canción que Sakamoto había compuesto para la banda sonora de la película El pequeño Buda, de Bernardo Bertolucci, y que fue rechazada por el director italiano. El compositor japonés consiguió el oscar precisamente por la banda sonora de una película de Bertolucci: El último emperador. Tras la actuación, Ryuichi Sakamoto se fue de copas con Pedro Almodóvar.

Sakamoto toca el piano en una pequeña sala, pero nadie mira al escenario. Las miradas se dirigen a cuatro pequeños televisores que retransmiten la actuación que a escasos metros se desarrolla. Y no es que a la gente no le guste ver los espectáculos en vivo, sino que ayer, siete cámaras de televisión que enfocaban al compositor japonés impedían que cualquiera apreciara sus muecas y los impetuosos movimientos de su flequillo.Fue un concierto en el que había más expectación de medios de comunicación que de público. Las cámaras circulaban por la pequeña sala de Bagelüs en busca de rostros famosos: Sakamoto es compositor de parte de la banda sonora de Tacones Lejanos, por lo que se esperaba la asistencia de la troupe de Almodóvar. Pero no fue así. Allí estaba un miembro de Tam Tam Go!; Txetxo Bengoetxea, el cantante de 21 Japonesas y algún que otro famoso.

Al entrar Sakamoto en la sala, se hizo el silencio. Vestido de riguroso negro, con una camisa que le llegaba hasta las rodillas, se hizo paso entre el centenar de personas que aguardaba en la pequeña sala de Bagelüs. Las cámaras ya habían tomado posiciones e impedían que el público viese directamente al compositor japonés sentado al piano.

Fue al acabar la actuación, cuando las cámaras de televisión abandonaban el lugar, cuando apareció Luis Cobos, para felicitar al japonés. Tras él llegó Agustín Almodóvar, productor y hermano de Pedro, que debía traer un mensaje secreto para el compositor: "Pedro te espera abajo". Sakamoto desapareció para reunirse con el director de cine manchego, con el que se fue a tomar tranquilamente una copa, lejos de las cámaras. La visita de los hermanos Almodóvar no tenía por objeto reclutar al japonés para un próximo trabajo. "Sólo hemos venido por amistad", comentaba Agustín.

Sweet Revenge (Dulce venganza) es el tema que Bertolucci rechazó y que da título al último disco del ganador del oscar por la banda sonora de El último emperador. "Esta es mi pequeña venganza", declaraba ayer Sakamoto en referencia al disco en el que plasma la relación de amor-odio que mantiene con el realizador italiano.

Es muy difícil trabajar con Bertolucci", dijo este especialista en bandas sonoras. "Cada vez que rompíamos después de hacer una película pensaba que no volvería a trabajar con él, pero luego me llamaba y yo volvía a aceptar. Cuando encuentras a alguien con tanto talento como él resulta dificil resistirse".

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