Un niño de 11 años, asesinado en Chicago en un arreglo de cuentas

Robert Sandifur, de Chicago, mató el domingo a una chica de 14 años e hirió a otros dos jóvenes. Ayer, Robert fue encontrado muerto con un disparo en la cabeza. Todo relativamente normal en una ciudad en la que, sólo en agosto, ha habido 79 asesinatos. Todo excepto que Robert Sandifur tenía 11 años y que su muerte parece haber respondido a una ejecución a cargo de una banda rival.Robert Sandifur, negro, 31 kilos de peso, metro y medio de estatura, estudiaba el equivalente de sexto de Básica. Le gustaban las galletas y coleccionaba animales de peluche, pero ya era conocido en la comisaría de po...

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte

Robert Sandifur, de Chicago, mató el domingo a una chica de 14 años e hirió a otros dos jóvenes. Ayer, Robert fue encontrado muerto con un disparo en la cabeza. Todo relativamente normal en una ciudad en la que, sólo en agosto, ha habido 79 asesinatos. Todo excepto que Robert Sandifur tenía 11 años y que su muerte parece haber respondido a una ejecución a cargo de una banda rival.Robert Sandifur, negro, 31 kilos de peso, metro y medio de estatura, estudiaba el equivalente de sexto de Básica. Le gustaban las galletas y coleccionaba animales de peluche, pero ya era conocido en la comisaría de policía de su barrio desde que tenía 9 años. "Te quiero, mami", llevaba tatuado en un brazo. Su cuerpo tenía desde los 3 años de edad otras marcas en la piel: señales de quemaduras de cigarrillos y de golpes.

Su padre cumple condena en Wisconsin y su madre, que tuvo el primero de sus siete hijos a la edad de 15 años, fue declarada a los 21 incapaz de llevar un hogar. Los niños viven con la abuela.

El domingo por la noche, en lo que la policía de Chicago cree que era un rito de iniciación, Robert Sandifur abrió fuego con una pistola de 9 mm. sobre miembros de una banda rival, e hirió a dos de ellos. Dos horas más tarde, y en el mismo barrio del South Side, Robert volvió a apretar el gatillo de la semiautomática contra un grupo de chicos que jugaban al fútbol americano. Una de esas balas mató a Shavon Dean, de 14 años, casi a las puertas de su casa.

La búsqueda de Robert Sandifur duró tres días. Su cuerpo, con una bala en la cabeza, fue encontrado ayer en un sendero cercano a un puente de ferrocarril, no lejos de su casa. La policía cree que fue conducido hasta allí por miembros de la banda rival y ejecutado fríamente.

Archivado En