'RAMBO' HORMAECHEA

Si veranean al fresco del Cantábrico, por Santander o alrededores, y escuchan un estruendo de hélices no se asusten. Es el presidente de Cantabria, Juan Hormaechea, que tiene un juguete. Un juguete de unos 700 millones, pero que le está haciendo un servicio de narices. Es un helicóptero de verdad. Horchi, para los amigos, agarra el helicóptero y se planta en un santiamén donde sea. No se ha bajado en todo el verano. Que tiene que ir a 30 kilómetros a un homenaje a cualquier alcalde, pues él se monta en el bicho (cual Rambo, cual superhéroe) y en un abrir y cerrar de ojos aterriza en plena fies...

Si veranean al fresco del Cantábrico, por Santander o alrededores, y escuchan un estruendo de hélices no se asusten. Es el presidente de Cantabria, Juan Hormaechea, que tiene un juguete. Un juguete de unos 700 millones, pero que le está haciendo un servicio de narices. Es un helicóptero de verdad. Horchi, para los amigos, agarra el helicóptero y se planta en un santiamén donde sea. No se ha bajado en todo el verano. Que tiene que ir a 30 kilómetros a un homenaje a cualquier alcalde, pues él se monta en el bicho (cual Rambo, cual superhéroe) y en un abrir y cerrar de ojos aterriza en plena fiesta ante el revuelo general. Vuelan los canapés de las mesas y las tartas y las faldas de las señoras y los peluquines. Se nota que llega. La gente comenta que con una deuda de 80.000 millones ya lo podía hacer en coche, que es más barato; pero no, él agarra su juguete y ya está. Punto. Él, terror del PP, que se presentará con su propio partido de nuevo a las elecciones regionales, lo compró en Francia por leasing y desde entonces trae de cabeza a toda la clase política de la región. ¡Cochina envidia de los que se mueven en utilitarios!-