Estacazos y tiros para frenar otro éxodo masivo en Ruanda

La salida del último soldado francés de Ruanda desencadenó ayer el pánico. Miles de hutus intentaron cruzar a Zaire por el puesto fronterizo de Ruzizi. Soldados zaireños y cascos azules etíopes se las vieron y se las desearon para contener la avalancha de aterrorizados y enfurecidos refugiados. A estacazos y con disparos al aire lograron frenar la estampida. Después de que, a principios de julio, más de un millón de ruandeses cruzara la frontera, Zaire intenta evitar un nuevo éxodo.Una hora después de que la zona de seguridad del suroeste de Ruanda fuera abandonada por los france...

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La salida del último soldado francés de Ruanda desencadenó ayer el pánico. Miles de hutus intentaron cruzar a Zaire por el puesto fronterizo de Ruzizi. Soldados zaireños y cascos azules etíopes se las vieron y se las desearon para contener la avalancha de aterrorizados y enfurecidos refugiados. A estacazos y con disparos al aire lograron frenar la estampida. Después de que, a principios de julio, más de un millón de ruandeses cruzara la frontera, Zaire intenta evitar un nuevo éxodo.Una hora después de que la zona de seguridad del suroeste de Ruanda fuera abandonada por los franceses, miles de refugiados se agolpaban ante el destartalado puente fronterizo. Los hutus temen que el nuevo Gobierno de Kigali desencadene represalias por la matanza de medio millón de tutsis y no se flan de los cascos azules africanos que sustituirán a los franceses.

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