Buitres contra cazas

Los F-18 han sufrido 23 colisiones en las Bárdenas desde 1987 a 1993

"Los buitres se han convertido en el primer enemigo del Ejército del Aire", según el coronel José Luis Pérez González, responsable de seguridad de vuelo del Estado Mayor. El militar asegura no tener nada contra este ave carroñera, pero recuerda que los dos últimos accidentes graves de aviones de combate han sido causados por colisiones con buitres. El martes, un caza F-18, va lorado en 3.000 millones de pese tas, se estrelló en el polígono de tiro de Las Bardenas Reales (Navarra), resultando con una pierna rota el comandante Gil Rosella, quien saltó en paracaídas.El pasado 6 de abril, cerca de...

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"Los buitres se han convertido en el primer enemigo del Ejército del Aire", según el coronel José Luis Pérez González, responsable de seguridad de vuelo del Estado Mayor. El militar asegura no tener nada contra este ave carroñera, pero recuerda que los dos últimos accidentes graves de aviones de combate han sido causados por colisiones con buitres. El martes, un caza F-18, va lorado en 3.000 millones de pese tas, se estrelló en el polígono de tiro de Las Bardenas Reales (Navarra), resultando con una pierna rota el comandante Gil Rosella, quien saltó en paracaídas.El pasado 6 de abril, cerca de Cáceres, un buitre rompió la cúpula que cubre la cabina de un F5 procedente de Talavera la Real que realizaba un vuelo de instrucción. El piloto que iba delante se agachó y consiguió esquivar el pájaro, pero al capitán situado detrás le dió de lleno en la cara y ha perdido un ojo. El avión, con desperfectos en un 20%, pudo volver a su base.

En España viven el 80% de los buitres leonados de Europa. Desde que en 1973 fue declarada especie protegida, su población se ha multiplicado y actualmente se cifran entre 8.000 y 10.000 las parejas reproductoras. El buitre se considera el pájaro más peligroso para el vuelo por su peso -unos 8 kilos-, su lentitud 15 kilómetros por hora cuando planea- y su falta de reflejos.

El impacto con un caza que vuela a 480 nudos (casi 900 kilómetros por hora) equivale a varias toneladas, según el coronel Pérez González. Los últimos estudios de McDonnell Douglas, fabricante del F-18, prevén que la cúpula resista el impacto con un ave de cuatro libras, menos de dos kilos. Se calcula que, debido a su tamaño, el piloto avista a un buitre cuando está a menos de un kilómetro, por lo que el tiempo de reacción se limita a cuatro segundos y su única salida es una maniobra evasiva.

El problema es particularmente grave en Las Bardenas, ya que Navarra, con más de 2.000 ejemplares, es la provincia con mayor número de buitres. Entre 1987 y 1993, los F-18 de la base de Zaragoza sufrieron 23 colisiones con estos pájaros en la zona del campo de tiro, en los que se destruyeron totalmente tres motores. Las colisiones se producen en los vuelos a baja cota, hasta 1.500 pies (450 metros), lo que aumenta el riesgo de estrellarse.

Los norteamericanos, que usaron Las Bardenas hasta su marcha de Zaragoza, sufrieron el problema en su carne: de 1982 a 1987 perdieron tres pilotos y tres aviones, dos F-4 y un F16, por los choques con buitres, con una media de 15 colisiones al año.

El Ejército del Aire asegura que la existencia de muladares, depósitos de animales muertos, tanto legales como ilegales, cerca del campo de tiro, aumenta la presencia de buitres y sospecha que grupos opuestos al polígono de Las Bardenas han alimentado deliberadamente los comederos de las carroñeras. El Estado Mayor guarda una abultada correspondencia de su anterior jefe, el general Fernández Sequeiros, al entonces director de la Guardia Civil, Luis Roldán, pidiéndole más vigilancia para evitar la presencia de cadáveres insepultos.

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Luis Mariano González, biólogo del Icona, no cree que el principal problema sean los comederos, aunque admite que no siempre se cumple la normativa que obliga a enterrar en zanjas los restos de animales. Recuerda que en Las Bardenas pasan el invierno más de 60.000 cabezas de ganado ovino y que es inevitable que algipas ovejas mueran, lo que atrae a los buitres, capaces de desplazarse 100 kilómetros en un día para buscar comida.

"Mientras haya ganado habrá buitres en Las Bardenas", advierte Luis Mariano González, quien argumenta que "no se les puede echar la culpa a las aves" y que "hay que tomar medidas para evitar los accidentes". En su opinión, "el Ejército debe tomar conciencia de que la presencia de buitres es un riesgo inevitable de la navegación aérea, que debe tenerse en cuenta igual que los tendidos eléctricos o las condiciones meteorológicas".

También es un factor a considerar a la hora de decidir la ubicación de un campo de tiro. En este sentido, Anchuras, donde el Ejército del Aire tiene un polígono que aún no ha entrado en funcionamiento, "no ha sido una buena elección", según González, ya que en la zona anidan un millar de buitres.

El ejemplo de Israel

Israel ha perdido más aviones de combate por culpa de las aves migratorias que de sus vecinos árabes, con los que ha mantenido cinco guerras. La frase, ya mítica, de los responsables israelíes ilustra la gravedad de un problema al que el Estado judio se ha enfrentado con éxito en los últimos años.Desde 1986, un radar instalado en el desierto del Negev vigila una de las zonas de mayor tránsito de aves migratorias del mundo. Para Luis Mariano González, del Icona, la experiencia de Israel debe servir como ejemplo.

El coronel Pérez González afirma que está en estudio la instalación de un radar de onda corta en Las Bardenas, pero advierte que, "aunque suponga una ayuda, no resolverá el problema, ya que sólo es totalmente eficaz para las grandes bandadas, no para individuos aislados".

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