Escándalo judicial

(...) Un hombre acaba de ser objeto de un sorprendente gesto de clemencia por parte de la justicia de su país. Aunque condenado a un año de prisión por incitación al odio racial, Günter Deckert, presidente del partido de extrema derecha NPD, ha, tenido una prórroga tanto más chocante cuanto que ha estado acompañada de las felicitaciones del tribunal. Este último ( ... ) rinde homenaje a este "hombre de carácter, a esta personalidad conscieilte de sus responsabilidades", y elogia sus "sinceras convicciones, su gran compromiso, así como el tiempo y la energía que consagra en su defensa"...

(...) Un hombre acaba de ser objeto de un sorprendente gesto de clemencia por parte de la justicia de su país. Aunque condenado a un año de prisión por incitación al odio racial, Günter Deckert, presidente del partido de extrema derecha NPD, ha, tenido una prórroga tanto más chocante cuanto que ha estado acompañada de las felicitaciones del tribunal. Este último ( ... ) rinde homenaje a este "hombre de carácter, a esta personalidad conscieilte de sus responsabilidades", y elogia sus "sinceras convicciones, su gran compromiso, así como el tiempo y la energía que consagra en su defensa". Unas convicciones que consisten, en este caso, en, negar el holocausto y en calificar a los judíos de "pueblo parásito" que vive a expensas de los alemanes. ( ... )La justicia alemana no ha sabido erradicar los restos de su palsado. Después de 1945 no ha habido ninguna verdadera depuración en este sentido. (...) No hay razón para sospechar de la mayoría de los magistrados alemanes, que están comprometidos con la democracia, pero a menudo se muestran incapaces de medir el alcance político de sus decisíones. ¿Por qué, por ejemplo, los autores de atentados racistas no son siempre con denados con la severidad necesaria?(...) El escandaloso veredicto de Mannhein corre el riesgo de aportar agua al molino de una tendencia intelectual alemana que cree llegada la hora de trazar una raya definitiva, sobre los crímenes de Hitler.

12 de agosto